domingo, 17 de marzo de 2019

Tres pozos en los Ḥogos d'Alda

¡Aḥayádevos, cueveros!

Este pasado sábado, 16 de febrero, tres escariegos (a saber: Lara, Xuacu y el menda) nos acercamos hasta la zona de los Ḥogos d'Alda, en Onís, con el propósito inicial de revisar y topografiar dos pozos (ON-85 y ON-86) que ya habían sido explorados a comienzos de 2017 pero que habían quedado sin topo. El único de nosotros que había participado en la exploración inicial era Xuacu, pero no recordaba muy bien la ubicación de las bocas. Así pues recurrimos -una vez más- a Manolo, del Camping 'Picos de Europa', que además de las oportunas indicaciones nos dibujó un croquis con la localización de esas dos torcas y de otro par de ellas de la zona. Gracias a sus indicaciones y este croquis dimos con las torcas a la primera y sin titubeos. Añadir que al regreso fueron Manolo y sus hermanos, Celina y Ramón, quienes nos facilitaron la toponimia de las simas.


Lo cierto es que de las dos simas que teníamos en mente sólo revisamos y topografiamos una: el Pozu del Platañón (ON-85). La otra, el Pozu de las Reblagas (ON-86) quedará para otra oportunidad, ya que nos decidimos a atacar otras de las cavidades que nos habían indicado: el Pozu los Ḥogos (ON-144), y la que hemos bautizado como Pozu Lara (ON-145/ON-146/ON-147). Todas ellas son cavidades de escaso interés, pero ubicadas en una zona de lapiaz y dolinas con una pinta tremenda.


Pozu del Platañón

La boca de la sima es amplia y fácilmente localizable, semejando una profunda dolina de colapso. El pozo más evidente es cómodo, y tras un pasamanos de acceso y dos fraccionamientos, a -7 m presenta una mínima repisa en la que se ubica la cabecera de la tirada principal de la vertical. La sección del pozo disminuye a la altura de esta repisa, pero luego se amplia notablemente, pisando suelo a cota -24 m. La base es arrampada y conduce a un mínimo pocete en el extremo nororiental, muy estrecho y que cierra definitivamente a -28 m. Si regresamos a la boca de la sima, antes de la cabecera del P-24 queda a nuestra derecha una pequeña zona deprimida con bloques; en un lateral tenemos otro pozo de cabecera estrecha que tras 8 m de descenso conecta con la vertical principal. Mencionar que por una acanaladura de la pared suroccidental del pozo corre un pequeño reguerillo de agua; mana algo más abajo de la repisa y se sume en la base pedregosa de la torca.





Pozu Lara

Se trata de una curiosa cavidad con tres bocas, todas ellas pequeñas verticales. La más amplia y evidente es una boca doble (ON-145 y ON-145bis): dos pocetes con un puente de roca -o más bien un arco- entre ellas. El más meridional de estos pocetes se destrepa sin problema, y la base de ambos forma una especie de sala. Por el extremo sur tiene continuidad a través de un conducto de modestas dimensiones, que tras un giro marcado y un pequeño resalte descendente, nos deposita en un tramo de galería más amplia en descenso, por el que progresamos una quincena de metros. Las otras dos bocas se configuran como pequeños torcos (ON-146 y ON-147) que conectan con el techo de esta galería, la cual en su parte inferior presenta algún divertículo sin continuidad.





Pozu los Ḥogos

En este caso se trata de una pequeña torca de 13 m que en su base no presenta más continuidad que dos pequeños divertículos, uno de ellos ascendente. Se dio la circunstancia de encontrar en el fondo del pozo el cadáver de una cabra en descomposición, por lo que tras comprobar Xuacu la ausencia de continuidad, los demás ni siquiera bajamos. Se midió sólo el pozo y se dibujó un croquis rápido. Mencionar que en cabecera encontramos un viejo spit, aunque no se corresponde con ninguna de las cavidades de la zona recogidas en la bibliografía que hemos revisado.



Y eso es todo por el momento. Como se ve los pozos no dieron nada, pero echamos el día y rematamos algún trabajo pendiente. Seguiremos informando. Saludos soterraños.




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