domingo, 18 de diciembre de 2022

Exploraciones primaverales

¡Aḥayádevos, cueveros!

Continuamos con la crónica de las exploraciones en nuestras zonas de trabajo. Repasamos en este caso las efectuadas durante la pasada primavera. Una temporada de intensa actividad, principalmente en el karst de La Llera, en Llanes, pero también con un par de salidas a nuestra zona de Onís y algún trabajo en Covazones. Como de costumbre, se reseñan sólo las salidas en las que se han desarrollado labores de exploración y/o topografía. Quedan otras varias en el tintero de cariz más deportivo, o fotográfico, etc. que harían demasiado extensa esta entrada.

23 de marzo:

Nidia, Julio, Carmen, Gonzalo y quien escribe realizamos otra salida más a La Llera. En esta ocasión llevábamos también intención de realizar travesía, de Torca las Matas a la LL-11.
De camino a la torca paramos brevemente en la Cueva'l Molín, donde queríamos evaluar las posibles ventanas o escaladas en la sala de entrada, confiando aún en hallar un by-pass al sifón.
Ya en nuestro destino, entramos por las Matas y nos fuimos directos hacia la Conexión del 97 y la cabecera del segundo pozo. El primer objetivo era mirar las incógnitas de la galería que prosigue por encima del pozo. Y hubo suerte; de hecho sólo quitamos dos incógnitas porque las dos tiraban. La primera hacia arriba, por encima de la gran columna a la que está anclada la cuerda: comunica con una galería paralela a la anterior que prosigue corto trecho a derecha e izquierda, además de una trepada larga en chimenea que se curró Gonza y que se tornó impenetrable. La otra incógnita era un pozo-rampa más allá del instalado con cuerda, con el que acaba comunicando casi en la base -de hecho el descenso por aquí es más sencillo y el destrepe no requiere cuerda- y que dispone de algún otro ramalillo. En total en esta parte 120 m de topo.
Comimos en la cabecera del segundo pozo y después tiramos hasta el Paso de los Anchotes -donde ya se pasa con comodidad- y la galería del río, donde teníamos el segundo objetivo: continuar por el laminador arenoso que da la continuidad aguas abajo por encima de los sifones. Por aquí la cueva tira y está ventilada. Hay pasajes a dos niveles, que exploramos y topografiamos, además de poder retomar el nivel inferior por donde circula el activo, lo que requerirá neopreno. Otros 80 m de topo en este lado.
Y tras esto dimos el trabajo por terminado, y recorrimos desde aquí hasta la LL-11, por la que salimos.
Una jornada de las buenas. Y el sistema cada vez más complejo. La topo en 4332 m. 
Carmen, que ejercía de becaria en esta ocasión, acarretó el taladro en la saca a lo largo de toda la cueva; taladro que no usamos en ningún momento. No es novatada planeada, pero parece que se está volviendo tradición.


25 de marzo:

Nueva salida a La Llera con Carmen, Julio y el menda como protagonistas, y con dos cavidades modestas como objetivo. Primero nos dirigimos a la Cueva'l Molín, donde topografiamos la sala de entrada hasta el primer sifón. Al final ofreció algunos recovecos, y dimos con un pequeño furaco por encima del sifón que parece que podría ser un by-pass al mismo, aunque habría que desobstruir. 
Después de dar el trabajo por concluido aquí, nos fuimos a la cercana Cueva LLR-10, descubierta y croquizada en 2010, pero donde había quedado una estrechez que pretendíamos revisar y abordar. Allí comimos y después estuvimos dándole duro a la desobstrucción hasta avanzada la tarde. Aunque no hemos superado la estrechez ya queda poco. Tiene corriente de aire y está bastante cercana a las galerías finales de Ḥoulagua.



5 de abril:

Carmen y el menda regresamos este día a Torca las Matas. La idea era ir rematando las múltiples incógnitas que aún quedaban por aquí y por allá; jornada de recados por tanto. Fuimos quitando incógnitas por la Galería Oriental y topografiando alguna cosa pendiente pero que ya estaba mirada. Nada muy relevante. Antes de bajar a la Galería Inferior, la última incógnita que quedaba arriba, ¡bingo! Gaterina meandriforme que acaba en un resalte, a modo de ventana, sobre una rampa pindia, casi pozo. Hubo que montar cuerda para poder destrepar. Desde la ventana la rampa tiraba hacia abajo y hacia arriba. La punta más alejada quedó en la cabecera de un pozo muy estrecho, tras un paso que sólo Carmen superó. Toda esta parte de la última incógnita estaba pisada, pero no por nosotros; no figura tampoco en la topo de 1990 de la A.J.D. Glayos.
Finalizando aquí, bajamos a la Galería Inferior, que era el segundo objetivo de la jornada, cogiendo el ramal oeste y topografiando la vía que lleva a la sala superior que habían explorado Pablo Vera y Marco hace unos meses, que como ellos anunciaran es amplia y con interés, con mucha corriente de aire circulando por las chimeneas que llevan a la sala. Llevamos la punta de topo hasta la entrada de esta sala, la Buhardilla, y después estuvimos explorando por aquellos lares antes de emprender el regreso.
Queda tomate por ahí arriba, y la corriente de aire es intensa y las raíces gordas, debemos estar al lado de la calle. En total algo más de 130 m de topo. El desarrollo de la red en 4465 m. Y la parte de Las Matas cada vez más enrevesada y laberíntica.


7 de abril:

Grupo numeroso en esta ocasión: Pablo Vera, Carmen, Julio, Nidia, Clara, y quien escribe estas líneas. El objetivo: nuevamente Torca las Matas. Resumir la jornada sería prolijo: algunas escaladas, alguna desobstrucción, barro asgaya y estrecheces horizontales y verticales a elegir en surtido variado. Día entretenido, vaya. Se regresó al sector descubierto por Carmen y el menda en la anterior salida. Y se regresó también a la Buhardilla, montando cuerda en las chimeneas de acceso. En ninguno de ambos se completó el trabajo, pero se sumaron otros 125 m de topo. Concretamente en la Buhardilla se escalaron las chimeneas por donde se escapa buena parte de la corriente de aire; ambas alcanzan la cota -2 y están prácticamente en la calle, aunque acaban obstruidas. Y también en este sector un ramal que se dirige al norte (es el punto más septentrional de la red) y que dejamos en una estrechez tras la que se vislumbra continuación. El desarrollo del sistema en 4591 m.



14 de abril:

Unas semanas atrás Ernesto Antelo, Pablo Vera y Marco habían tenido que renunciar a la Travesía las Matas-Ḥoulagua debido a la mala meteo y la crecida del Calabres. En esta ocasión, con el Calabres con caudal normal y las dos estrecheces clave acondicionadas, volverían a la carga y realizarían el recorrido sin mayores contratiempos. Ya de paso se aprovechó para abordar la escalada pendiente sobre la Madriguera, que se curraría Marco, para acceder y explorar el ramal oriental de la Sala Acuario, de bastante volumen pero escaso desarrollo, pudiendo descender después por una vira hacia el ramal occidental de la misma sala.
Anotar que antes del segundo pozo de la travesía, visitaron la prolongación de la Galería inferior de Torca las Matas, revisando una incógnita que a la postre sería un pozo-rampa sobre una amplia galería inferior. No lo descendieron pensando que sería un punto de conexión con la galería del río. Sin embargo, más tarde, al revisar la topografía en casa, Pablo Vera se daría cuenta de que no podía tratarse de la zona activa por donde circula el río, y que debían haber localizado el acceso a una nueva galería; otra incógnita a desvelar en próximas salidas.



21 de abril:

Nueva salida a Torca las Martas por parte, en esta ocasión, de Clara, Carmen y el menda, y con el objetivo de explorar ese pozo-rampa del extremo de la Galería Inferior que había intrigado a Pablo Vera en la última visita a la red. Confiando en que una cuerda mía de 25 m estuviese donde lo primero que instalamos el último día que coincidimos los tres, al final entramos para la cueva sin cuerda, con un par de ovarios. Y bueno, llegamos a recuperar la cuerda, y allí no estaba; ya lo habíamos desequipado el otro día. Valoramos subir a la Buhardilla, que allí debía estar la cuerda de marras, pero nos rompía el plan. Así que tiramos para la Conexión del 97. Y ya del otro lado desequipamos el segundo pozo de la travesía, ya que ahora sabemos que se puede destrepar sin cuerda por la rampa que está un poco más allá, llevándonos esa cuerda con nosotros. Y ya de aquí, al extremo de la Galería Inferior, con intención de mirar las incógnitas del final que eran nuestro objetivo.
Dejamos las sacas, y miramos la penúltima incógnita. Asciende a modo de chimenea, y bingo: arriba sala relativamente amplia, y galería modesta (el Cementerio de Caracoles, la de conchas que hay ahí). Corriente de aire, y pinta de estar a ras de superficie. Exploramos todo, aunque se debería desobstruir alguna estrechez. Como teníamos las sacas abajo, y aquello no era el pozo que comentaba Pablo Vera, decidimos volver a bajar dejando esta parte sin topografiar. 
Comimos y miramos después la última incógnita de la galería. Y allí sí era el pozo, más o menos arrampado. No había instalación pero estaba pisado. Baja Carmen equipando la vertical, y Clara y el menda topografiando detrás. Abajo hay galería (en realidad varios niveles paralelos a favor de la misma fractura). No tiene demasiado desarrollo, pero hay algún rincón guapo con gours, hoy con agua. Decidimos bautizar el sector como el Sótano. Explorada y topografiada esta parte, que finalmente no conecta con el río, montamos pasamanos en travesía por la cabecera del pozo-rampa, y en el otro extremo hay otra sala mediana con chimenea y numerosas raíces (la Barbería queda bautizada), y de esta sala parte un pasaje estrecho que termina en un punto ventilado donde habría que romper (bosque de columnitas) para poder pasar. Topografiamos también esta parte, y emprendemos el regreso desinstalando. En la cabecera del segundo pozo de la travesía dejamos la cuerda enmadejada, para próximas salidas. Y nada más, desde allí deshicimos el camino; y tras la gymkana habitual de estrecheces y alguna trepada, a la calle. Jornada buena y prestosa. Hemos explorado dos sectores que no conocíamos, y uno de ello lo hemos topografiado por completo. 
Una vez pasados los datos de topo, el desarrollo queda en 4705 m. Por lo que hemos superado -bien que por lo pelos- los "históricos" 4,7 km de las topografías de los años 90. La zona que exploramos hoy se aproxima a las cuevas LLR-06 y LLR-10.  En todo caso quedan metros para llegar a un hipotética conexión... corriente de aire hay, eso sí.


2 de mayo:

Salida de Capitán y Pablo Vera, en esta ocasión a la Cueva'l Furtivu. El objetivo era, una vez más continuar con la desobstrucción de la estrechez en el extremo nororiental de esta red. Se logró ampliar el primer estrecho, y derribar el mogote concreccionado que obstruía la segunda estrechez. Aún así no lograron pasar, pero ahora sí que esta hecho casi todo el trabajo. Comentar que en esta ocasión el paso no soplaba nada. Aprovecharon también para recorrer los ejes principales de la cueva, que Capi no conocía, y tirar algunas fotos.



12 de mayo:

Nueva salida a la Cueva'l Furtivu, en esta ocasión por parte de Clara y el menda. Llegamos a la estrechez, que tras romper un poco, ahora sí se pudo superar. Detrás el conducto se vuelve más alto, pero aún más estrecho, y tras un decena de metros la cosa ya no da más de sí; hay una especie de laminador muy estrecho y lleno de pequeñas columnas, por donde entra el aire, pero ya inviable de todo punto. Han sido muchas jornadas de trabajo sólo para esto, pero así es la espeleo. Después estuvimos mirando alguna cosuca por aquí y por allá, y como Clara estrenaba el equipo de vertical también nos subimos a la Galería del Permatrago, por aquello de practicar un poco en cuerda. Ya a la salida miramos una incógnita que nos quedaba en la Galería Superior, un laminador estrecho por el que conseguí avanzar una decena de metros o algo más, pero sin solución de continuidad. Lo malo de la jornada: se averió el disto... veremos si tiene solución. Lo bueno, que ya tenemos la cueva casi finiquitada, sólo nos resta una última incógnita.



20 de mayo:

Ya tocaba cambiar de aires y por una vez abandonamos La Llera y nos fuimos para Onís. A una vieja conocida, la Cueva de Pruneda, y un grupo numeroso: Carmen, Clara, Nidia, Julio y los Pablos. El plan inicial era más bien realizar una mera práctica, de progresión para un@s y de instalación para otr@s. Pero ya que nos juntamos un grupete majo, decidimos abordar también la única incógnita que habíamos dejado en la cueva en 2015: una escalada en la galería inferior para acceder a una ventana tras la que se intuía un meandro ascendente.
Visitamos los ejes principales de la cueva, se practicó instalación y progresión, y abordamos la escalada. Primero un tramo corto hasta una amplia repisa inclinada, y un segundo tramo hasta alcanzar la ventana que daba inicio al meandro. Desde aquí parecía que la chimenea principal progresaba por la izquierda, mientras que el meandro se iba por la derecha, por donde continuamos en ascenso trepando algún resalte hasta alcanzar el techo del conducto. Arriba la continuidad la ofrece una modesta galería de escaso desarrollo. Nos quedaba mirar la que parecía la chimenea principal, y montar un pasamanos por el techo del meando parecía la mejor opción, pero se nos acababa el material y ya se iba haciendo tarde, así que decidimos dejarlo para otra ocasión. Dejamos equipada la escalada, y salimos desinstalando el resto.


26 de mayo:

De nuevo a la Cueva de Pruneda. Reincidimos en esta ocasión Julio, Nidia, Carmen, y quien os escribe esta crónica. El objetivo era obvio: montar el pasamanos por el techo del meandro y ver qué daba aquella chimenea; y topografiar aquello, ahora que el disto había vuelto a la vida. Pues se montó el pasamanos, la chimenea no dio nada (subía arrampada hasta un rellano con concrección y un mísero agujerillo como improbable continuidad), y se topografió aquello, que queda bautizado como Meandru Merucu. Concluida la labor, salimos recuperando todo el material.
Por una vez, y sin que sirva de precedente, los del Escar hemos completado el trabajo en una cavidad de cierta relevancia. Ya era hora de ir cerrando algún frente. La Cueva de Pruneda, cavidad notable en varios aspectos, se queda con 1143 m de desarrollo, y -76 m de profundidad.


29 de mayo:

Pues como tocaba cambiar de aires, en esta ocasión se realizó salida a Los Covazones, en el Sueve, por parte de Capitán y Pablo Vera. Visitarían los ejes principales de la cueva, que Pablo no conocía, yendo hasta la Sala de los Murciélagos, y hasta la Sala de los Sifones. Acometerían además una labor acordada en el club, pero largamente postergada: desequipar los pozos de entrada y recuperar el material que teníamos en esa vía. Una buena jornada en una gran cavidad.


10 de junio:

Pues si alguna de las anteriores salidas se habían dedicado -entre otros menesteres- a las prácticas de vertical, hoy tocaba una clase práctica del noble arte de la topografía subterránea. Y la elegida fue la Cueva LL-31, que parecía afayadiza para la tarea. Para allá -de nuevo en La Llera- nos fuimos Clara y el menda, aunque sería Clara en esta ocasión la responsable de ir anotando, croquizando y disponiendo puntos por la cueva. Revisamos y topografiamos toda la cavidad, dejando sólo pendiente una chimenea que requerirá cuerda. Una cueva interesante, algo más estrecha y laberíntica de lo que servidor recordaba. Tiene pinta de entrar en carga a menudo. 240 m de desarrollo. Pese a la proximidad de las bocas, y como ya sabíamos, no se encamina hacia el Pradón. Habrá que regresar, a ver qué ofrece esa chimenea.


16 de junio:

Salida al Sistema Ḥoulagua por parte de Clara y el menda con  intención de desequipar y sacar todo el material posible, pero con planes bastante abiertos. Entramos por la LL-11 y en primer lugar nos fuimos hasta la Madriguera y la escalada a la parte oriental de la Sala Acuario, donde topografiamos lo que faltaba por allí. No recuperamos aquella cuerda, ya que no nos daba para bajar en doble y el descenso por la repisa lateral que realizaron en la anterior ocasión nuestros compañeros no lo vimos claro. Después nos dirigimos hacia el Primer Balcón sobre el Calabres donde, aprovechando el bajo nivel del río, pudimos topografiar un trecho aguas abajo, y otro trecho aguas arriba hasta conectar con otro sector ya conocido y topografiado previamente, cerrando una amplia poligonal. Comimos allí, y después nos dirigimos hacia el Segundo Balcón, con intención de desequipar aquello, labor que completamos. Además, aprovechando nuevamente el bajo nivel del río, pudimos remontar aguas arriba, topografiando, hasta conectar finalmente con un punto ya conocido, cerrando otra amplia poligonal y explorando una zona que no teníamos claro si llegaba a sifonar; lo bautizamos Pasaje Adaia y alguna incógnita quedó por esa parte, pero para ir con neopreno. Y completadas estas labores emprendimos el regreso.


20 de junio:

Reincidimos los mismos, Clara y quien escribe, en la misma cavidad. Pero con otros pertrechos y otra logística, pues por fin íbamos con neopreno para completar la exploración y topografía de algunos tramos de la galería del río. Entramos por el túnel del Calabres, desde El Sumidoriu. Medio kilómetro de túnel hasta lo que era originalmente el sifón inicial de la cueva, debajo de la boca de Ḥoulagua. Nosotr@s tiramos hasta el final del túnel, otros 250 m, donde enlaza con el que era el sifón 2. De aquí aguas abajo no lo teníamos explorado, por ser galería acuática. La primera parte es algo laberíntica. Luego viene una galería ancha y de aguas profundas, con una badina -casi un lago- que deja 40 cm al techo. De esos pasajes que acongojan un poco. Pero nada, a nadar. Después la galería coge más altura, discurriendo a dos niveles, y termina en una amplio sifón (sifón 3) lleno de troncos, balones de fútbol y basuras flotantes varias. Por encima de la poza del sifón arranca una gatera, pero había que hacer acrobacias arcillosas para llegar a ella y quedó sin explorar.
Terminamos el trabajo en este sector, deshicimos el camino/nadada, y por galerías secas nos dirigimos al sifón de la playa de arena que hay debajo de la LL-29. En realidad es el otro lado del sifón 3 que acabábamos de topografiar; sólo hay 5 m de distancia a bucear. Y desde aquí ya cogimos todo el tramo largo de río aguas abajo, topografiando los tramos que faltaban, cerrando algunas amplias poligonales y, después, explorando y topografiando el tramo de río que no conocíamos aguas abajo del Primer Balcón. También aquí hay una badina de agua profunda, pero es más corta y el techo más alto. Al poco se bifurca, por abajo sifona al poco (sifón 4, también con basura asgaya), y por la izquierda en ascenso arranca una galería aérea de cierta amplitud y desarrollo, que finaliza en una laminador estrecho que se vuelve impenetrable.
Terminado el trabajo, con más de 300 m de poligonal tirada, casi toda por el agua, decidimos dejarlo. Salimos a las galerías amplias por el Primer Balcón, donde quitamos los neoprenos y nos vestimos de espeleos de secano. Y ya desde aquí directos a la LL-11, y a recuperar el coche que dejamos en Bricia.
Una vez pasados los datos, el desarrollo queda en 5080 m, siendo la segunda cavidad topografiada por nuestro club que supera los 5 km de desarrollo, que no está mal.



Y en este punto, ya dando inicio al verano, concluyo este largo post.

Todas las fotos que ilustran este artículo son de Pablo Solares, autor del texto, a excepción de la del 23 de marzo, de Gonzalo Sánchez, las del 7 de abril, de Carmen Montejo y Clara Zazo, las del 14 de abril y el 29 de mayo, de Pablo Vera, y las del 2 de mayo, de Sergio Estrada.

¡Saludos soterraños!

lunes, 4 de julio de 2022

Invierno de exploraciones bajo La Llera

¡Aḥayádevos, cueveros!

Ya hacía tiempo que no actualizábamos el blog, y no porque no se realice actividad en el club, que no ha sido poca. Así que vamos a ponernos las pilas y dar un repaso a las exploraciones desde el punto donde lo habíamos dejado en el último post, al concluir 2021. Como ya está empezando a ser costumbre, en esta entrada repasaremos las exploraciones a lo largo de toda la estación, el invierno en este caso. Y este invierno, la labor de exploración del club se ha desarrollado en exclusiva en el karst de La Llera. Ahí va el resumen de lo realizado, que aún siendo resumen es bastante prolijo:

13 de enero:

Salida a la Cueva'l Furtivu por parte de Julio, Nidia, Gonzalo y el menda. El objetivo era completar la escalada de la Sala Fear of the Dark y abordar la desobstrucción pendiente en el extremo nororiental de la cueva, y con suerte terminar la cueva y la topo.
En primer lugar atacamos la escalada, que se curró Gonzalo. La ventana en el techo de la sala continuaba en galería, y Gonza tuvo la deferencia de esperarnos para explorarla, la Galería del Permatrago. Lo malo, que sólo eran unos 25 m de galería, aunque bonita y adornada; lo bueno, que si los datos de topo son correctos estamos a centímetros de conectar con la Galería per ónde entrasti de Cueva Tapada. El conducto por uno y otro lado cierra por concreccionamiento de pequeñas columnas y colada. Se recuperó el material personal que había en esta línea de cuerda y se sustituyó por material de club.
Después fuimos hasta la desobstrucción. Esta vez había bastante aire, muy evidente. Se nos rompió el mango de la maza, podrido de tanta cueva, y el taladro trabajó lo suyo, pero no completamos el trabajo. Tiene buena pinta. Soplar, sopla.
Cincuenta metros más de topo, y un día entretenido.


14 enero:

Tras alguna baja de última hora, sólo Clara y quien escribe estas líneas participaríamos en esta salida a la LL-11. Como Clara está comenzando con la cuerda (llevaba material prestado de Nidia; Danke!), primeramente estuvimos practicando algunas maniobras en la torca de la boca, en exterior, y ya después, pa dientro... 
Fuimos derechitos al Segundo Balcón sobre el río, en el -para nosotros- extremo aguas abajo, nuestra particular punta de exploración. Equipamos cuerda para bajar al río, y al poco hubo que efectuar una trepada (delicada, pusimos también cuerda) para alcanzar un nivel superior del otro lado del río. Se trata de una galería amplia, que aquí y allá se desfonda sobre el nivel activo. Hay un pasamanos viejo instalado en el tramo más delicado. Y poco más allá alcanzamos el punto de conexión con Torca las Matas (el ya famoso entre nosotros Paso de los Anchotes). Exploramos también la galería principal, que continua más allá de la conexión.
Topografiamos el tramo de unión entre la punta de topo de LL-11/Ḥoulagua y la punta de topo de Las Matas, así como el eje principal de la galería superior mencionada. En total otros 115 m o así. Y por fin ambas poligonales empatadas. Y quedan más cosas por esta parte de la cueva, pero ya se hace obligatorio neopreno y echarse a nadar....
Salimos desequipando y sin novedad.


27 de enero:

Salida a Cueva Tapada por parte de Nidia, Julio, Gonzalo y quien suscribe. Tras el descubrimiento de la Galería del Permatrago en la Cueva'l Furtivu, estos cuatro decidimos ir al extremo de la Galería per ónde entrasti de Tapada y comenzar la desobstrucción. Con fé ciega en los datos topográficos y quizás un poco a lo loco -la empresa bien hubiera merecido un anuncio a lo Shackleton en el whatsapp del club- estuvimos unas horas dándole duro a la labor que, a fuer de ser sinceros, tampoco es que haya avanzado significativamente.


28 de enero:

Nueva salida a La Llera por parte de los Pablos (Vera y Solares). 
Primeramente fuimos hasta la Cueva LLR-06, que habíamos explorado en 2017 Julio, Nidia, Victoria y el menda, pero que no habíamos topografiado. Me daba que podía estar relacionada con el final de la galería de Torca las Matas que habíamos topografiado Nidia y yo en diciembre. Pues bien, esta vez sí topografiamos la LLR-06 (27 m, -11 m), que hoy tenía bastante corriente de aire. Una vez pasados los datos de topo al programa es evidente que sí está relacionada con la galería de las Matas que mencionaba antes, se encuentran perfectamente alineadas y a cota, pero está más lejos de lo esperado (25-30 m). Corriente de aire hay, pero... Recuerda a lo que nos pasó en su día en la Cueva l'Arite.
Terminada aquí la faena nos fuimos a la Cueva'l Furtivu, y directos a la Galería del Permatrago, donde queríamos revisar las características de la obstrucción final, que efectivamente son semejantes a las del lado de Tapada donde estuvimos el día anterior. Después de eso tiramos algunas fotos y recorrimos los ejes principales de la cueva, que Pablo Vera no conocía.




5 de febrero:

Nueva salida a La Llera, a la LL-11 en esta ocasión, con participación de Nidia, Julio y los Pablos. Pretendíamos ir hasta la punta aguas abajo, e ir rematando de camino algunas incógnitas. Pero al final cogimos lo de las incógnitas dajechu y ni siquiera llegamos al río... 
Los primeros "recados" no dieron nada de sí. Pero después en una trepada-escalada nos liamos. Arriba una corta galería, seguida de pasajes gaterosos (sin pisar, tramo bautizado como Pasaje Zombi) con buena corriente de aire, que finalmente comunicaron con una ventana en la sala de la entrada de la LL-11. En total otro centenar de metros de topo. En el punto más alto de lo nuevo (cota +1 m respecto a la boca de la LL-11) debíamos estar ya casi en la calle: cobertura móvil, corriente de aire y hasta algún plástico. Debió ser una antigua boca en gatera, pero el paso está obstruido por un tapón de tierra y dada la cercanía a la LL-11 no tiene mayor interés tratar de restituirlo.


8 de febrero:

Este día el menda se acercó hasta La Llera con intención de tomar las coordenadas gps de algún furaco que nos faltaba, y de comprobar algunas otras coordenadas que no acababan de cuadrar. El caso es que me lie a prospectar y al final eché el día. Aparte de tomar las coordenadas que quería, y de levantar algún jabalí del encame, localicé algunos furacos nuevos. Ninguno con muy buena pinta la verdad, pero uno interesante por su ubicación, justo encima del Furtivu. Además di con la Cueva LL-10, una de las pocas que nos faltaban por ubicar de las exploradas en 1987 por la S.E. Hades, que además se sitúa muy próxima al final de la Galería Escrotal de la Cueva de Ḥouporqueru.


9 de febrero:

De nuevo los Pablos al ataque. Entramos por la LL-11 y nos fuimos directos a nuestra punta aguas abajo, hasta donde habíamos llegado Clara y el menda unas semanas atrás. La idea era dejar la cueva equipada hasta la estrechez de conexión con Torca las Matas. Retocamos algo la instalación de bajada al río, montamos una instalación decente para subir a la galería del otro lado, y prolongamos el pasamanos que ya existía. Ya en punta exploramos y topografiamos otro centenar de metros. Constatamos que además por este extremo del río hay tomate, pero más bien para meterse con neopreno. Varias poligonales cerradas con errores mínimos, y desarrollo de la topo en 3231 m.
Y todavía nos dio tiempo para tirar alguna foto.



10 de febrero:

Este día realizamos una actividad a la que un servidor le tenía ganas desde hace años. Quizás por ello la detallaré más que de costumbre. Pretendíamos realizar la travesía de Torca las Matas a la Cueva de Ḥoulagua, y para la ocasión nos juntamos Clara, Julio y el menda.
Para empezar bien la jornada quien os escribe estas líneas olvidó el casco en casa, se preveía retraso...
A las 12:30 h (!) entramos por Las Matas. Después recorrido por la Galería Oriental, destrepe de pozo estrecho, sucesivas arrastraderas por la Galería Inferior hasta cruzar el paso de la Conexión del 97 y llegar al segundo pozo. 13:50 h. Paramos a comer en la base de este segundo pozo, y después de media hora continuamos. Poco más allá alcanzamos el Paso de los Anchotes, que ya detuvo con anterioridad a intrépidos escariegos. Prueba Julio y nanay, no pasa. Entraba dentro de lo probable y en la saca llevamos maza y cincel. Mientras el picador trabaja, Clara y el menda nos vamos a topografiar el dédalo de pequeñas galerías bajo el segundo pozo. Terminamos y Julio sigue picando. Pasamos nosotros la estrechez y Julio lo intenta de nuevo. No entraré en detalles, pero aunque logró pasar fue un parto difícil. Son las 16:00 h. y por fin en las galerías de Ḥoulagua. Ya escuchamos el rumor de las aguas del Calabres. Les muestro a los demás lo que los Pablos exploramos el día anterior, hasta el extremo aguas abajo. Y a las 16:35 h reiniciamos el curso de la travesía: pasamanos, cuerda para bajar el río, cuerda para salir de él y ya estamos sobre el Segundo Balcón. Y desde aquí ya por las galerías amplias y cómodas de Ḥoulagua hasta llegar a la conexión con la LL-11 y poco más tarde al Pasu la Madriguera. Casi las 17:00 h, y en la Madriguera Julio que tampoco pasa. Cruzamos la Madriguera Clara y el menda, para ir montando un pasamanos recuperable de acceso a la cabecera del siguiente rápel, que era otro de los objetivos del día. Julio queda dándole a la maza. Al final el pasamanos lo montamos a un natural; Clara, que ejercía de becaria, acarretó el taladro por toda la cueva para nada. Julio sigue picando y nosotros decidimos revisar y topografiar una sala que sabíamos que existía por encima del pasamanos, la Sala Acuario. Terminamos de topografiar al tiempo que Julio salía por la estrechez.
Pocete para abajo, recuperar cuerda, quitar definitivamente los arneses y, después, los varios destrepes y trepes hasta llegar a la sala de la LL-29. Y ya desde aquí por la galería principal, todo caminando y cómodo hasta salir al exterior a las 19:05 h por la boca de Ḥoulagua.
Una jornada de las buenas. ¡Travesura realizada!


13 de febrero:

Nueva salida al Sistema Ḥoulagua, protagonizada en esta ocasión por Capitán, Pablo Vera, Carla y Cristina, compañera esta última del G.E. Niphargus. El objetivo era tratar de acomodar el Paso de los Anchotes, conexión con Torca las Matas, que se había demostrado insuperable o muy difícil de superar para varios compañeros. Se entró por la LL-11, pues aún siendo más largo el recorrido que por las Matas es sin duda mucho más cómodo para trasladarse con equipo. Conseguido el objetivo principal de la salida se desplazaron después hasta el Pasu la Madriguera, estrechez en la que también trabajarían para acomodar el díficil paso. Tras dura labor, con los objetivos cumplidos con creces, emprenden el regreso.



18 de febrero:

Nueva salida de topografía al sistema que nos venía ocupando en las últimas jornadas, por parte de Nidia, Julio y el menda, y entrando en esta ocasión por la Cueva de Ḥoulagua. Estuvimos revisando y topografiando diversos ramales en la Galería Principal (Galería Vieja) donde incluso salió alguna cosa nueva. Después continuamos en el pequeño laberinto de galerías que hay por debajo de la sala de la LL-29. Se entró tarde (hasta para los cánones del Escar) y fuimos muy tranquis, pero se sumaron 300 m nuevos a la revisión topográfica de la red, que queda en 3645 m de desarrollo.


23 de febrero:

Nidia, Julio y servidor volvemos otra vez a La Llera. Revisamos la Cueva LL-10, explorada por la S.E. Hades en 1987, y la retopografiamos: 37 m, -10 m. Una cueva modesta, pero interesante. Miramos después otro furaco que teníamos marcado pero que no dio nada. Y retopografiamos también el Torcu LLR-03, que lo hecho el año pasado se había traspapelado. Otra calcetín para la colección: 11 m de desarrollo, con -6 m.
Después nos dirigimos a Torca las Matas, donde fuimos mirando y quitando incógnitas en la Galería Oriental, sumando otro centenar de metros a la topo. 
Jornada variada y entretenida.




25 de febrero:

Nueva salida de los Pablos (Vera y Solares) a la red que nos viene ocupando. Entramos por la LL-11, y fuimos quitando algún ramalillo pendiente. El único de entidad es una chimenea (a la derecha, casi al final de la galería de la LL-11), que por la topo del CADE sabíamos que daba a un piso superior y desde este unos pozos comunicaban con una sala que ya conocíamos al inicio de la Galería Nueva. Subió el menda en libre-oposición, monté línea de cuerda, revisamos, topografiamos y bajamos uno de los pozos de la sala (eran tres) para cerrar la poligonal. Regresamos por la misma vía recuperando el material. Después nos fuimos hasta la parte final del río. Repetimos una tirada que sabíamos era errónea, y descubrimos una vía alternativa para subir a la galería de arriba sin usar la cuerda, vía bastante arrastradilla, eso sí. Esta otra vía nos permitió acceder al río en una zona intermedia entre tramos ya conocidos y topografiar algunos pasajes. Poco más de cinco horas pero intensas. La topo queda en 3885 m.


27 de febrero:

En esta ocasión nos juntamos un grupo más numeroso de lo habitual para ir a la LL-11: por parte del Escar, además de quien reseña la salida, Julio, Nidia, Clara y José Carlos, y acompañando a estos últimos, Fran y Adaia. Quitamos alguna incógnita de la Galería Principal de la LL-11, completando un piso superior que existe a mitad de esa galería por la derecha, y Julio y Nidia comenzaron por la misma zona, pero a la izquierda, una desobstrucción que tiene muy buena pinta. Después nos fuimos a zonas más interiores de la red y logramos acceder a un tramo del río que desconocíamos, aguas abajo de la zona de sifones estáticos y aguas arriba del tramo final del río. Habrá que regresar con neopreno: tiene buena pinta, pero hay que echarse al agua. Alguna otra incógnita quitamos también por esta zona.
Por último nos fuimos hasta el Segundo Balcón, sobre el tramo final del río, donde algun@ hizo una pequeña práctica de vertical. Recorrimos alguna otra galería para quienes no conocían la cueva, y para fuera. Jornada completita. La topo rondando los 4 km, para ser exactos 3993 m, capicúa.


5 de marzo:

En esta ocasión Pablo Vera, Ernesto Antelo, y Marco pretendían realizar la travesía de las Matas a Ḥoulagua, pero ante la meteorología adversa de los días previos y la importante crecida del río Calabres se hace necesario cambiar de planes, optando finalmente por la Cueva'l Furtivu. Además de recorrer las diversas galerías de la cueva, que sólo Pablo conocía previamente, el objetivo de la jornada era enfrentarse a la estrechez del extremo nororiental de la cueva, con la que ya se habían peleado previamente otros escariegos. En esta ocasión también soplaba. Aunque se avanzó en el trabajo, tampoco en esta ocasión se pudo completar.


7 de marzo:

Clara y el menda regresamos a La Llera, en concreto a la Cueva'l Furtivu. Como Clara no conocía la cueva primero la recorrimos en sus ejes principales: por un lado fuimos hasta la Topuneladora, que soplaba bastante. A punto estuvimos de cruzar al Ḥuraquín... Luego visitamos el otro ramal, hasta la Sala del Cabritín y la Sorpresala, donde hoy no soplaba. Y finalmente nos fuimos a continuar con la desobstrucción, que era el objetivo. No conseguimos acabar la labor, pero falta menos y ya se ve claro que del otro lado hay continuidad. Si mucha o poca, el tiempo dirá. Este día había corriente de aire, pero no demasiada, bastante menos que en la Topuneladora. Salimos de allí rebozaos cual croquetas, forma original de celebrar el cumpleaños para quien escribe estas líneas.


9 de marzo:

En esta ocasión nos fuimos a la LL-11 Clara, Nidia, Julio y el menda. Atacamos la estrechez encima de una trepada que empezaron a trabajar Julio y Nidia diez días atrás. Primero lograron pasar Nidia y Clara, yo tardé un poco más, y finalmente ampliamos y pasó también Julio. Arriba un conducto modesto que cruza la autovía por debajo, la Galería 4k (aunque lo de "galería" es ser generosos); unos 50 m de topo y la punta en una estrechez detrás de la cual se vislumbra continuidad. Después nos fuimos a la zona de conexión entre la LL-11Ḥoulagua, donde se revisó y topografió una maraña de pequeños conductos que comunican por varios sitios, a través de pocetes y resaltes, con lugares ya conocidos del nivel inferior (la Galería Nueva). A pesar de lo complejo y estrecho de esta zona todas las poligonales cerraron bien. Alguna otra incógnita quitamos por aquí y por allá. En fin, otra buena jornada.

 

Y con esto cierro este largo post. 

Ha sido mucho también lo explorado en la primavera, pero eso ya quedará para otra próxima entrada.

Las fotos que ilustran esta crónica son todas de Pablo Solares, autor del texto, salvo las de los días 13 de febrero y 5 de marzo, de Pablo Vera.

¡Saludos soterraños!



sábado, 12 de febrero de 2022

Otra crónica telegráfica: exploraciones otoñales.

¡Aḥayádevos, cueveros!

Tras haber repasado en dos entradas anteriores las actividades desarrolladas durante el invierno, y durante la primavera y el verano de 2021, en esta tercera entrega telegráfica desgranaré las actividades de exploración realizadas por el Escar durante el otoño, completando así la crónica del año pasado. Ha habido también salidas deportivas de espeleo y de cañones en estos meses, pero como de costumbre me centraré sólo en las labores de exploración y topografía en nuestras zonas de trabajo:

2 de noviembre: Después de mes y medio sin realizar actividad, este día volvemos a La Llera el grupo formado por Marco, Clara y quien firma este post; al Sistema Pradón-Ḥonfría-Arite en concreto. Como Clara y Marco no conocían la cavidad hicimos travesía, entrando por la "madriguera de conejo" y saliendo por Ḥonfría. Topografiamos lo que faltaba en la Galería Doa y bajo el caos de bloques de la Sala la Columna, así como un ramal pendiente en la Galería Arcillosa Principal; también desmontamos y retiramos lo que quedaba del vivac. El desarrollo de la red queda en 7621 m.



7 de noviembre: Carla y Capitán acuden hasta la zona de Llabres para explorar una torca o desfonde que se había formado recientemente y de la que le habían hablado a Carla. Evolución kárstica en vivo. Aunque inicialmente tenía buena pinta, lo cierto es que no dio gran cosa: el pozo que se había formado conducía a una fisura impenetrable.


9 de noviembre: Este día realizamos una salida a Torca las Matas un grupo relativamente numeroso: Pablo Vera, Marco, Julio, Nidia, y el otro Pablo, o sea, el menda. Se continúa con las labores de revisión y topografía de la galería inferior, y por fin este día damos con el paso de comunicación hacia Ḥoulagua, donde se consiguió la unión de ambas cavidades en julio de 1997. Inicialmente sólo logramos pasar la estrechez Nidia y servidor, que continuamos con la topografía del otro lado mientras el resto del equipo trata de ampliar el paso. Superado el paso del 97 la galería continúa con dimensiones más amplias, con un pozo al poco instalado con cuerda viejuna por donde suponemos que está la conexión con las galerías activas de Ḥoulagua. Topografiamos el eje principal de estas galerías, pero no descendimos el pozo ya que teníamos los arneses en el pozo de entrada.




18 de noviembre: Salida de Pablo Vera, Marco, y servidor a Torca las Matas. Mientras que servidor se cuela por la estrechez e instala el pozo de después, los paisanos talla paisano tienen que gestionar el paso un buen rato hasta lograr colarse. Bajado el pozo rampa encontramos galerías de pequeña sección y gateras, que estuvimos explorando. Siguiendo el aire dimos con el paso que conecta con las galerías activas de Ḥoulagua, pero -oh, sorpresa- otra estrechez, por la que el menda pasó sin problema pero los paisanos talla paisano no fueron quienes a pasar. La estrechez ya estaba picada de hace tiempo, pero habría que trabajar más para dejar el paso expedito. Poco más allá del otro lado, como dije, se conecta con la galería del río de Ḥoulagua. Tras las estrecheces apareces en una terraza o repisa colgada sobre el cauce, con un largo pasamanos instalado con cuerda vieja. Y hasta ahí llegué... Se topografió desde la cabecera del pozo hasta la segunda estrechez. No suma muchos metros, pero cada vez tenemos más próximas las puntas de topo de ambas cuevas.





4 de diciembre: Regreso a Torca las Matas, en esta ocasión por parte de Capitán y Pepe, con idea de trabajar en las estrecheces de conexión con Ḥoulagua. Intensa jornada tras la que se completa el trabajo en la primera estrechez, o así parece.

8 de diciembre: Salida en solitario de Capitán a Torca las Matas con idea de continuar el trabajo. Sin embargo decide dar la vuelta antes de llegar a la estrechez; mucho material y peso para una sola persona. Habrá que buscar otra ocasión más propicia.

12 de diciembre: Como no hay dos sin tres, Capitán regresa a Torca las Matas, en esta ocasión junto a Carla. La idea era avanzar hasta la segunda estrechez y trabajar en ella. Sin embargo tras la primera estrechez la cueva no coincide con la descripción. Tras buscar y revisar, salen de la cueva suponiendo que ha habido un malentendido, y que no están en el lugar correcto, como a la postre resultaría ser.

18 de diciembre: Salida de los Pablos -Vera y Solares- a la Cueva'l Ḥuraquín. La incógnita era una ventana casi en el techo de la Sala de las Raíces. La habíamos visto Julia y el menda en la primavera, pero íbamos sin material o sin batería en el taladro o algo... Hoy montamos una especie de trepada + pasamanos por una vira sobre una colada, fácil; y ya instalando el pasamanos era evidente que aquello no estaba pisado. Llegamos a la especie de ventana y la cosa tira. Galerías de dimensiones modestas, pero cómodas, con alguna estrechez. Alguna zona blanca y con excéntricas; todo virgen, sin pisar. Topografiamos toda esta parte, unos 150 m. En el punto más bajo de esta zona hay un pozo de unos 6 m, y parecía que abajo más galerías. Pero no teníamos más cuerdas. Así que volvemos para atrás, desmontamos el pasamanos en ascenso, y equipamos el pozo. Abajo otra galería con diversos divertículos y también sin pisar; en principio todo cierra. Serán otros 100 m, pero aquí ya no topografiamos y decidimos dar fin a la jornada. Desinstalamos el pozo para instalar nuevamente el pasamanos de marras, y salimos. La topo del Sistema Furtivu-Ḥuraquín supera ya 1,9 km, y las nuevas galerías se dirigen hacia la Galería Sangrienta del Furtivu.



Ya finalizado el otoño, pero aún en 2021, realizaríamos otro par de actividades para cerrar el año:

28 de diciembre: Salida de Pablo Vera y el menda a la Cueva'l Ḥuraquín. Completamos la exploración y topografía de lo descubierto el otro día (Sector Ómicron, queda bautizado), y desinstalamos aquella parte al salir. Después miramos otra incógnita que también tira y que ya estaba explorada y pisada, pero que no conocíamos: no lo miramos todo y sólo topografiamos un poco. Estas nuevas galerías parecen ir hacia el oeste, en dirección a la LL-11. En total unos 180 m de topo.



30 de diciembre: Última salida del año. En esta ocasión Julio, Nidia, Gonzalo y quien escribe a la Cueva'l Ḥuraquín. Se revisaron todas las incógnitas que quedaban y se topografió todo lo que faltaba (unos 180 m). De esta parte de la red ya no queda nada, como no sea abordar alguna desobstrucción poco prometedora, por lo que podemos dar la cueva por prácticamente terminada. El Sistema Ḥuraquín-Furtivu queda con 2.280 m de desarrollo y un desnivel de -39 m, superando con creces a otras como Tapada o el Tebellín.



Y con este post concluyo la crónica de las exploraciones del 2021, que -como ya sucediera con el 2020- ha sido un año productivo e intenso. A modo de resumen quisiera destacar los siguientes trabajos de esta campaña:

-La continuación de las exploraciones en el Sistema Pradón-Ḥonfría-Arite, que supera ya los 7,6 km de topo.

-El inicio de la revisión topográfica en el Sistema Ḥoulagua-Las Matas, que ya ronda los 3 km.

-La revisión de la Cueva'l Ḥuraquín y su conexión a través de la Topuneladora con la Cueva'l Furtivu; el sistema resultante supera los 2,2 km de desarrollo.

-La revisión y retopografía de la Cueva de Ḥouporqueru, con nuevos hallazgos: 469 m de desarrollo.

-Y por último: en el límite Onís/Cabrales el descubrimiento y exploración del Pozu de la Cuesta la Gallina ("Pozu la Victoria").

Esperemos que el año que comienza siga con la misma tónica. 

Las fotos que ilustran esta entrada son en su mayor parte del autor del texto, con alguna imagen de Pablo Vera y de Sergio Estrada. Seguiremos informando. 

¡Saludos soterraños!