Ah.ayádevos, cueveros!
El trabajo de topografía espeleológica es un trabajo muchas veces tedioso, duro y desagradecido, especialmente cuando se trata de cavidades con abundancia de pasajes estrechos con barro como es el caso de la Cueva la Vallina, de la que tantas veces hemos hablado por aquí. Es además un trabajo -por si alguien lo duda- no remunerado, realizado simplemente por y para la satisfacción del propio espeleólogo, arrastrado por una pasión de exploración que quizá no sea fácilmente comprensible para las personas ajenas a este mundillo. Es también un trabajo en esencia colectivo, pues aunque normalmente exista la figura del coordinador encargado de recopilar los datos y realizar el dibujo final, lo cierto es que el trabajo de topografía 'de campo' es realizado por otros muchos compañeros ...por no hablar de la exploración previa que sustenta la posibilidad -obvio- de topografiar las cavidades.
En conjunto todo ello motiva que, en numerosas ocasiones, las labores de topografía sufran altibajos, vayan a rachas, o se abandonen durante largo tiempo antes de ser retomadas. Son muchos los ejemplos, y en el club tenemos experiencia con estos parones.
Presentamos debajo un ejemplo: la evolución en el tiempo de la topo de la Vallina, en Porrúa.
Quizás sea del interés de algunos, y esperemos sirva también para animar a los socios del club a perseverar en las labores emprendidas en esta cueva.
Saludos soterraños!
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