El lunes por la tarde varios escariegos y allegados (María, Nacho, Ernesto, Chino, Moya y el menda lerenda) visitamos una cueva en San Xuan de Parres que se sitúa muy próxima al albergue de la localidad, que ahora lleva Cris la hermana de Nacho, y por quien nos enteramos de la existencia de la cueva. Ya Nacho había visitado previamente la cueva (de calle y con frontal) y había confirmado la información de los vecinos de San Xuan y La Roza: por el interior de la cueva corre un río; de hecho hasta existe una antigua captación de aguas en desuso. Lo más curioso es que se trata de materiales cretácicos que creíamos no karstificables, lo cual nos llamó la atención y espoleó nuestra curiosidad.
La cueva se abre en el fondo de una dolina. Una rampa descendente da paso a una sala de medianas dimensiones por la que corre un río de izquierda a derecha. Aguas arriba un corto meandro conduce a otra sala, con una pequeña cascada de 2 m. superada la cual la galería disminuye sus dimensiones hasta hacer impenetrable el paso. Aguas abajo la galería meandriforme prosigue unas decenas de metros, con algún nivel superior, finalizando ante una zona de derrumbes donde es factible efectuar una desobstrucción. Además de lo descrito existen varios ramales laterales que cierran, completando un desarrollo de centenar y medio de metros.
La cavidad es muy interesante en muchos aspectos, ya no sólo por la poco usual litología (areniscas calcáreas con intercalaciones de estratos calizos), sino que además presenta curiosas formaciones estalagmíticas con presencia de óxidos metálicos, y una variada fauna, incluidos invertebrados de vida acuática. Además es una cavidad muy conocida en la zona, que fue utilizada como refugio por los vecinos durante los avatares de la Guerra Civil.
Hubo tiempo también para la comedia, como no podía ser de otro modo.
Probablemente no sea la última visita que realicemos a la Cueva de Supereda.
Saludos soterraños,
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