Pues al final, lluvia o no lluvia, nos fuimos a Cantabria, aunque menos gente de la prevista inicialmente, ya que el grupo quedó reducido a Nacho, María, Avelino y un servidor. El tiempo, pues como en todo el norte de España, de perros, así que tras juntarnos todos en Arredondo y tomar el café-té-colacao de rigor, nos fuimos primero de paseo en coche para tomar un poco la referencia de los caudales de la zona, que eran de órdago: la cueva Cubera echaba agua p'arrejastiar,
y la cascada del nacimiento del Asón estaba impresionante,
El plan inicial era visitar el sábado las galerías inferiores del Sistema Tonio-Cayuela (9.624 m. de desarrollo y -493 m. de desnivel), para el domingo madrugar y realizar la travesía de Torca Tonio a Cueva Cayuela. La climatología adversa parecía complicar lo de la travesía, pero de todos modos el sábado seguimos con este plan y nos fuimos a Cueva Cayuela.
La media hora de aproximación se multiplicó por dos, ya que no dábamos con el camino, y finalmente llegamos a la boca pingando. Alto en la boca de Cayuela para comer y tomar fuerzas, y pa dentro. La cavidad es realmente impresionante con galerías de dimensiones colosales y salas ciclópeas, pero también con meandros y alguna gatera; el largo pasamanos del cañón de la galería de acceso le pone el punto de emoción. Visitamos la mayor parte de la cavidad hasta llegar a la famosa sala Olivier Guillaume, donde conecta la vía vertical de Torca Tonio; y tras casi diez horas de actividad llegamos a la boca de la cavidad ya de noche tapecíu, y al coche otra vez pingando.
Una vez cambiados nos vamos a Asón para ver a los compañeros navarros del club de espeleo Otxola, que andan por la zona y también tenían previsto realizar Tonio-Cayuela, aunque finalmente ni los navarros ni nosotros hicimos la travesía. Dormimos en Asón y el domingo nos fuimos a hacer Cueva Mur (1.725 m. de desarrollo), a la que al menos un servidor le tenía ganas hace tiempo, y de la que no salimos defraudados. Grandes salas pero también mucho arrastrarse, laminadores, largos pasamanos, algún rincón con hermosas formaciones, y un paso selectivo (el paso de los retales) que no todos pudimos superar. Tras visitar la mayor parte de la cavidad regresamos a los coches, una vez más de noche y pingando.
Aquí dimos por finalizada nuestra aventura en Cantabria ¡Ingenuos de nosotros! Volviendo se averió la furgo de Nacho y María... llama a la grúa, traslada bártulos, personas y perros a la furgo de Avelino, espera a la grúa... ya de madrugada salimos de Santander, y todavía nos paró la Guarcia Civil en un control en El Peral... una larga historia.
Creo hablar por los cuatro si digo que la actividad mereció sin duda la pena a pesar de no realizar la travesía, que estamos deseando volver a las tierras y subtierras del Asón, y que esperamos que la furgo se sane lo más pronto posible de sus dolencias y que no sea nada grave.
No pongo más fotos, que seguro que Avelino, María y Nacho las tienen mejores y me van a llamar acaparador, :-) :-)
Saludos cueveros, y a ver si se apunta más gente a la próxima...
2 comentarios:
Bien!!! Actividad, no hay k parar,
Hola gentuza,
A ver si para la próxima me puedo apuntar, que ahora estoy por lares peninsulares ;-)
A cuidarse y que no decaiga la actividad.
PD: Pablo, sigo sin poder conseguir un ejemplar de mi libro, está agotado.
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