domingo, 26 de enero de 2025

Exploraciones en La Llera. Otoño 2023.

¡Aḥayádevos, cuever@s!

Vamos con una nueva crónica de las exploraciones escariegas en nuestra zona de trabajo de La Llera. Con un año de retraso, como ya viene siendo costumbre. En esta entrada, dando continuidad a las anteriores, presentamos las exploraciones realizadas durante el otoño del 2023.

22 de octubre:

Dando continuidad a los trabajos previos, Clara y Pablo nos dirigimos a La Llera, esta vez con la LL-20 como principal objetivo. Nos proponíamos despejar las incógnitas que quedaban: dos balcones y una gatera. El primer balcón se encuentra en la sala principal, más amplia y horizontal. El menda realizó la escalada, y al llegar arriba comprobé que cierra enseguida. A continuación, recorrimos la cueva hasta el Paso de la Puntuación, para internarnos en la galería de Ḥousanchi “tras-Mordor”, es decir, al otro lado de la galería derrumbada por el paso del túnel del Calabres. En su día, cuando exploramos Ḥousanchi, habíamos bajado al techo del túnel encofrado, pero no llegamos a subir al otro lado por falta de medios y porque el material de la pared se disgregaba y caía fácilmente. En este punto dejamos pendiente una chimenea que se abre sobre la galería derrumbada, y volvimos por un bypass a la galería de las columnas, que topografiamos. Después de comer echamos una ojeada a la  gatera que, según cálculos, debe conectar con la cueva del Tebellín y, más tarde, atacamos el segundo balcón pendiente de esta cueva. Anclando cintas a naturales, conseguí trepar lo suficiente para asomarme y comprobar que también cierra.

Dando por finiquitada la cueva, salimos de la LL-20 y nos dirigimos por el túnel a las LL-52 y LL-53. Desde la LL-52 ya está comprobada la conexión con la LL-15, aunque aún no se puede pasar. En  dirección contraria, y del otro lado del túnel, se abren dos balcones que no sabemos si estarán comunicados entre sí. Atacamos el que está a menor altura (LL-53) y, en este caso, se encarga Clara de la escalada e instalación, pero tras meter tres chapas no es capaz de colarse por el furaco, ya que roca y tierra se disgregan y caen constantemente. Cambiamos los papeles, y después de tirar muchas piedras, logré montar una instalación perfectamente vertical para subir y bajar cómodamente. La cavidad consta de una sala pequeña que continúa por una gatera ancha pero bajita, que dejamos para explorar otro día.




1 de noviembre:

Regreso a la LL-53, en esta ocasión por parte de Clara, Nuria y Pablo. En la última jornada habíamos alcanzado la ventana y dejado cuerda fija instalada. En esta ocasión la exploramos y topografiamos: 22 m de desarrollo. Finaliza en una serie de laminadores impenetrables (unos 15 cm de techo a suelo) que están muy próximos al Tebellín. Hubo que abandonar una chapa con maillón para el descuelgue.

Luego iniciamos otra escalada para alcanzar la ventana de la LL-52 (del lado norte del túnel). Esta es algo más alta, unos 6 m o algo más, y no la completamos por lo mismo: está la roca muy frayada de cuando dinamitaron para construir el túnel. Dejamos una cuerda fija hasta el punto al que se llegó.

Después nos fuimos a otra ventana más del túnel, la más cercana a la LL-20 (en lo sucesivo LL-56). Aquí logré subir en libre. Se exploró y topografió la cueva, con 26 m de desarrollo y +12 m de desnivel. Tenía buena pinta, pero nada. Se montó el descuelgue de un natural y no hizo falta abandonar material.

Por último nos fuimos a enlazar la topo entre la LL-52 (del lado sur del túnel) y la LL-15. No se abordó la desobstrucción pero, aunque no se pasa, sí pudimos tirar visual con el disto y unir ambas poligonales. También de este lado de la LL-52 estuvimos explorando la rampa que hay sobre el sifón, aunque no la topografiamos.

En fin, un día variadito, aunque no muy productivo. Como ya viene siendo involuntaria costumbre, la nueva becaria acarretó todo el día con el taladro grande de desobstruir, y finalmente no lo usamos....





18 de noviembre:

Nuria y Pablo nos dirigimos este día a Ḥoulagua, cavidad que Nuria no conocía. Entramos por el túnel y recorremos las galerías principales hasta la zona de la LL-29, donde se topografían un par de ramales aún pendientes. Tras esto se aprovechó para que Nuria realizase alguna práctica de vertical. Y ya de regreso abordamos la principal tarea programada para ese día (y largamente pospuesta): la topografía del túnel del Calabres, desde el sifón inicial de  Ḥoulagua hasta enlazar con lo previamente topografiado, a la altura de la LL-52.




27 de noviembre:

Visita al Pradón con especialistas de distintas disciplinas e instituciones académicas, nacionales e internacionales, destinada a la recogida de pigmentos y costras sobre pinturas rupestres de la cueva. Del club participan Alberto y Marelia, integrantes de ese proyecto internacional de investigación, así como  Pablo.


3 de diciembre:

Nuria y Pablo se dirigen una jornada más a La Llera. El objetivo de la salida era la revisión y topografía de la LL-42, que se completó sin contratiempos. El desarrollo de la cueva alcanza los 169 m, con 6 m de desnivel.


27 de diciembre:

Visita a la LL-20 por parte de Alberto y Pablo, dedicada a documentar diversos hallazgos realizados en esta cueva.


Y con esto completamos la crónica de los trabajos realizadas en el karst de La Llera durante el 2023. Seguiremos informando.

¡Saludos soterraños!