Tal y como se anunció en este blog, el jueves pasado nos fuimos a descender y topografiar el mayor de los pozos que Capitán y Toño tienen explorados en la zona de Monte Alea, en Ribeseya. Nos juntamos en esta ocasión Gonzalo, Capitán, el Maky, y un servidor, y ya la aproximación fue un poco aventura, pues subimos con el quad (y el remolque) de Capi por unes caleyes que pa qué, aunque eso sí, nos ahorramos una buena pateada. Aparcado el quad (es un decir) y el remolque (ni vos cuento) nos restó algo menos de media hora de caminata para alcanzar la boca del pozu, que creo que Capitán tenía ganas de mostrarnos y que los demás estábamos ansiosos por conocer.
Bajó Capitán de primero, equipando, detrás Isi, después yo topografiando, y cerrando el grupo iba Gonzalo. Como ya sabíamos por las explicaciones de Capi y Toño, nos esperaban 150 m. de cuerda. La sima se compone de un pozo de entrada de unos 20 m., y de seguido otro impresionante pozo de 100 m., sin tiempos muertos y sin una mala repisa en la que ponerse en pie; tras el pozo grande unas rampas y un pocete de dos metros nos dejan en el fondo de la cavidad, a -125 m. Poco metros antes de la base del pozo grande, una pequeña ventana nos permite acceder a otro pozo paralelo sin continuidad.
Llegados al fondo de la sima, y tras picar un poco de chocolate y fumar los pitillos de rigor, emprendimos el ascenso, tocándole desequipar al Maky (por si había alguna duda, en esta ocasión él era el "becario" del grupo), que se estrenaba en estas lides.
La jornada estuvo bien, la sima muy deportiva, y el bautizo de fuego del Maky superado con notable alto. Sin duda esta zona de Alea promete, y mucho. En próximos días subiremos la reseña completa de la sima, mientras tanto y para abrir boca, ahí va la topo.
Saludos soterraños
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