miércoles, 29 de noviembre de 2017

Rebuscando en el baúl de los recuerdos (IV): la Cueva A-59

¡Aḥayádevos, cueveros!

Continúo con esta serie de entradas que pretenden sacar a la luz viejos trabajos espeleológicos en los que participó quien escribe estas líneas hace bastantes años, antes de la creación de la S.E.B. Escar y cuando era miembro de la S.E. Hades. Si en las anteriores entradas reseñé cavidades pequeñas y de poco interés, la Cueva A-59 a la que dedico esta entrada tiene mayor desarrollo y una configuración algo más compleja, situándose -como las anteriores- en el concejo de Llanes.

Pido permiso al lector para darme un paseo por los cerros de Úbeda antes de ir al meollo... Pues bien, cada vez que me encuentro con el compañero David Rueda (de L'Esperteyu C.E.C. de Xixón) -y por razón de la distancia no son muchas; reside en Australia- siempre me pregunta por la A-59: «¿La terminasteis? ¿Volvisteis por allí?». La respuesta es siempre la misma: «No, ni se terminó ni se publicó. Y además hace muchos años que no paso por allí; aquello cambió mucho, tengo miedo que haya desaparecido la boca». David era miembro del Hades en aquellos años, y participó en la exploración y topografía de la A-59. Su pregunta es lógica. Y mi respuesta, aunque parezca exagerada, no lo es tanto. Por distantas razones que no vienen al caso nunca se terminó la topo, y yo nunca volví a la cueva. Además se construyó en las proximidades una urbanización que modificó bastante el entorno de La Betría, zona donde se ubicaba la cavidad. Después vino la construcción (y el estrozu) de la Autovía del Cantábrico cuya traza discurre por las cercanías. Y a todo esto hay que decir que la entrada a la cueva era una mísera gatera, escondida bajo un cadu o pequeño xerru en mitad de una ocalitera; vamos, que pasaba completamente desapercibida. En verdad es posible que haya desaparecido. No sería la primera cueva de esta zona sacrificada ante el Moloch del "progreso".

Y sin embargo era una cavidad interesante, con un pequeño arroyo temporal, bonitas formaciones, suelos pavimentados de gours, y un sifón estático que intuíamos relacionado con el sifón de la Cueva'l Soḥornu I (Soḥornu nuevu), conformando un afluente por el norte al río principal del karst de Andrín. La pequeña y escondida entrada nos permitió encontrar aquí una cueva completamente virgen. Por desgracia, no conservo fotos de ella. La topo rondaba ya los 700 m, y aun quedaba más de una incógnita.

Durante aproximadamente una década (1991 a 2001) la S.E. Hades desarrolló exploraciones en el Valle de Miyares (en concreto en el área entre las localidades de San Roque y Andrín, y el río Purón), desvelando un complejo karst del que poco -casi nada- se sabía. Entre los logros de aquellos años están el Sistema'l Toral-Peyunarices, con 2137 m de galerías, la Cueva'l Soḥornu II, de 1212 m, la Cueva la Sonrasa, de 1136 m de desarrollo, la Cueva'l Soḥornu I, de 1073 m, Pozamarranos, de 892 m, la Cueva la Granxa, de 471 m, la Cueva la Llana, de 447 m, el sistema de Ḥousidoro, con 433 m, y otras muchas cavidades de menor desarrollo. En conjunto se exploraron en el karst del Valle de Miyares más de 12 km de galerías y conductos subterráneos inéditos. Todas estas cuevas fueron publicadas en diversos números del boletín 'Filtraciones' del que ya hemos habado en anteriores entradas del blog. Todas menos dos: la Cueva la Collubina, que dejaremos para el próximo post, y la Cueva A-59 que aquí presentamos.


Cueva A-59


Localización: Se sitúa en las cercanías de la población llanisca de Andrín, no lejos de la zona de La Betría, unos doscientos metros al este-sureste del manantial y sumidero que allí existen. Coordenadas UTM (ED50) X: 360945, Y: 4807051, Z: 51 msnm.

Descripción: La cueva tiene una boca pequeña, prácticamente una gatera, en descenso. Amplía ligeramente al cabo, con viejas columnas descalcificadas, hasta una mínima sala donde parece cerrar. Existe continuidad, no obstante, a través de un paso muy estrecho entre formaciones que nos deposita en una conducto perpendicular, también de pequeñas dimensiones. Por la izquierda finaliza tras un corto recorrido, con algunas gateras laterales. Por la derecha desciende unos metros y amplía, lugar donde se nos presentan dos continuaciones: por la izquierda un pozo rampa, que describiremos después; de frente, y a cota, la galería prosigue con características y dimensiones similares, conectando con un pequeño enrejado de galerías, gateras y salas modestas, muy próximas a la superficie, que presentan raíces y abundante fauna.
Si regresamos a la cabecera del pozo y lo descendemos, este comunica con el techo de una galería que, sin ser grande, es bastante más amplia que lo recorrido hasta este punto. La cueva cambia significativamente su configuración, y se nos presentan varias posibilidades de progresión. Hacia la derecha (sur) arrancan dos conductos paralelos que nos llevan a una galería amplia en descenso, con suelo de gours al comienzo y mucho barro después, por la que corre un arroyo casi todo el año. El techo desciende, y por lo más evidente llegamos a un amplio sifón (cota -31, punto más bajo de la cueva), dejando a un lado una gatera barrosa sin solución de continuidad. Si regresamos a los dos conductos paralelos que dan inicio a este sector, comprobaremos que el inferior de ellos presenta por la izquierda otra pequeña galería concreccionada y con gours. Da dos quiebros muy marcados en planta (en el primero se suele conservar una pequeña balsa de agua) y conecta después con una pequeña sala de la cual parten varios ramales, todos ellos más amplios pero de escaso desarrollo.
Si desde la base del pozo proseguimos a la izquierda (norte), superaremos un tramo estrecho, meandriforme, que de inmediato nos da acceso a una galería cómoda (la más amplia de la cueva). Siguiendo de frente, por lo más evidente, acaba concluyendo tras algo menos de un centenar de metros. Esta galería presenta dos conductos paralelos a distinta cota, con los que se comunica por varios puntos, y está adornada por pavimento de gours y bonitas formaciones. En régimen de aguas altas un arroyo mana por el extremo septentrional de la galería discurriendo de gour en gour, primero por el conducto principal y después por el paralelo situado a cota inferior. Incluso en estiaje suele mantenerse una balsa de agua en el punto más ancho de la galería.
La exploración y topografía de la cueva no fue concluida, y permanecen por despejar diversas incógnitas, principalmente en el nivel inferior.

Datos espeleométricos: Desarrollo: 668 m. Desnivel: 33 m (-31/+2).




La exploración y topografía que aquí se refleja fue realizada por la S.E. Hades en diversas salidas a lo largo de 2001. Participaron en los trabajos Juan Andrés Fernández, Teresa del Campo, Pablo Solares, Willy Galguera y David Rueda; probablemente también -aunque ya no lo recuerdo con certeza- algún otro de los exploradores habituales en Andrín: Dizy, Aurelio, etc.

Y eso es todo de momento. ¡Saludos soterraños!

domingo, 26 de noviembre de 2017

La Cueva la Raíz en 'Gota a Gota'

¡Aḥayádevos, cueveros!

La revista digital de espeleología 'Gota a Gota' que edita el Grupo de Espeleología de Villacarrillo (quizás la publicación espeleológica de mayor importancia y distribución en español), incluye en su último número un artículo sobre la Cueva la Raíz (El Traviesu, Sierra del Cuera) que recoge los últimos trabajos realizados por nuestro club (y previamente por el CADE y otros) en esta importante cavidad. El artículo lo firma un servidor y está ilustrado por fotografías de socios del Escar (Lolo, Toñín y Julio) y de compañeros de otros clubes (Pedro, del Sil, y Mumy). Incluye también la topografía actualizada y otras infografías.

Como todos los artículos de 'Gota a Gota', es posible descargarlo en pdf o consultarlo online, de forma gratuita. En enlace al artículo pinchando aquí.


Actualmente la topografía de la Cueva la Raíz alcanza 2575 m de desarrollo, con 120 m de desnivel (-105/+15), con lo que se ha convertido ya en la mayor cavidad de la Sierra del Cuera por desarrollo. No hemos dado aún los trabajos por terminados, pero casi, y en la última salida nos hemos centrado en labores de desequipación y retirada de material.

Veremos que nos depara el 2018, pero confiamos en concluir la exploración, topografía y desinstalación de esta cueva que tantas alegrías (y sufrimientos) nos ha dado a los del Escar.

Seguiremos informando. ¡Saludos soterraños!


martes, 21 de noviembre de 2017

Rebuscando en el baúl de los recuerdos (III): Cueva de la Playa d'Antilles y Cueva de Cuanda.

¡Aḥayádevos, cueveros!

Continuamos con la publicación de trabajos y topos ya antiguas, pero que permanecían inéditas (y casi olvidadas en una carpeta del disco duro). En esta tercera entrega damos a conocer otras dos cuevas llaniscas de pequeño desarrollo. Una en la plataforma litoral, en Cue: la Cueva de la Playa d'Antilles. La otra -apenas una covacha- se sitúa en la Sierra de Benzúa, próxima a la localidad de La Llende: la Cueva de Cuanda.

Cueva de la Playa d'Antilles


El área de Cue, una pequeña plataforma calcárea confinada entre las cuarcitas impermeables de la sierra plana (la Cuesta de Cue) y la línea litoral, presenta un karst bien desarrollado, aún a pesar de la escasa superficie que ofrece. De hecho presenta más de un complejo kárstico, con al menos dos ríos subterráneos que vierten directamente al mar.
El más desarrollado e interesante de estos complejos kársticos se ubica en el propio núcleo de la población, y lo conforman distintas cuevas como La Cuevona (241 m de desarrollo), La Cuevina (36 m), la Cueva C-4 (90 m), y la Cueva'l Bolugu, importante sumidero de escaso desarrollo (30 m). Todas estas cavidades fueron exploradas y topografiadas por la S.E. Hades en 1996, publicándose en el nº 32 del boletín 'Filtraciones' ('Nuevas cavidades para el catálogo de Llanes', artículo escrito -aunque no consta en él- por J.L. Díez Dizy y un servidor). La resurgencia de este río subterráneo, una cueva de boca amplia en pleno acantilado, también nos era conocida. Sin embargo la intensa polución que en aquellos años soportaba este arroyo nos impidió explorarla.
El otro sistema kárstico es el que concluye en la cavidad que aquí presentamos, la única documentada por el momento para esta segunda red de drenaje.

Como indica el nombre, la Cueva de la Playa d'Antilles se sitúa en la propia playa de Cue (que dicho sea de paso, parece haber sido formada al invadir el mar una serie de dolinas -y desmantelarlas parcialmente- en la importante transgresión del final del Pleistoceno), y su boca de dimensiones amplias se sitúa bajo el cantil de la parte oriental del arenal quedando casi totalmente sumergida en la pleamar. Por ella surge un pequeño arroyo, lo que convierte a la cueva en una de las estampas típicas de esta playa.
La influencia marina en la cueva es evidente, y es necesario aclarar antes de comenzar con la descripción que su trazado puede variar de un año a otro, en función de la cantidad de arena que introduzcan (o sustraigan) de las galerías inferiores las mareas y los temporales, llegando a quedar algunos conductos completamente colmatados en ocasiones.

Como ya se ha dicho, la boca es de dimensiones cómodas y actúa como surgencia de un pequeño caudal de agua dulce. La galería de entrada va disminuyendo hasta un cruce, donde mana el caudal. De frente y en horizontal el conducto más evidente continúa transformándose en gatera al poco. Atravesada ésta llegamos a una pequeña sala de la que parten varias continuaciones a ras de suelo, todas las cuales están comunicadas entre sí, sin ofrecer continuidad. Si regresamos al cruce de la galería de entrada tenemos por la izquierda una galería ascendente, meandriforme, que nos conduce a una sala algo más amplia en la que se aprecian dos niveles. Nosotros accedemos por el fondo, y tras trepar un resalte alcanzamos el piso superior, que ofrece varias continuidades. Por el extremo oriental una serie de resaltes ascendentes a modo de pequeña chimenea nos comunican con un conducto superior cuyo extremo está obstruido en la actualidad, pero que muestra huellas de haber sido hasta tiempos recientes otra boca de la cueva; este es el punto más alto de la cavidad, +17 m. Por el extremo sur de este piso superior arranca otra galería de escasa sección, no representada en la topo y sólo parcialmente explorada. Tras una serie de resaltes descendentes comunica nuevamente con el río, en un tramo con mucha arcilla y, al parecer, ajeno a la influencia marina.

Esta exploración y topografía fueron efectuadas por quien suscribe (entonces en la S.E. Hades) y un amigo no federado, Gerardo Morán, hacia 2001. Teníamos intención de volver al poco para completar el trabajo, pero por una u otra razón esta topo se mantuvo inconclusa, e inédita hasta hoy.

No quiero concluir sin destacar la curiosa fauna de crustáceos y moluscos marinos que puebla las paredes de la cueva, y la peculiar morfología en la que la erosión marina se superpone a las morfologías kársticas. Igualmente destacar que la cueva sólo es visitable en bajamar, y siempre prestando atención a la subida de la marea, que anega completamente parte de los conductos.




Cueva de Cuanda


Esta covacha fue visitada por la S.E. Hades en la Semana Santa de 1995, y su exploración fue descrita en un artículo publicado en el nº 30 del boletín 'Filtraciones' ('Una Semana Santa cuasi espeleológica... y algo más', firmado por Teresa del Campo). Sin embargo, por alguna razón que no recuerdo, la topografía no fue publicada entonces.

La cueva se localiza en la Sierra de Benzúa, no lejos del pueblo de La Llende y próxima al lugar de Cuanda (sitio más conocido por el hospedaje 'La Montaña Mágica' que allí se ubica), hacia el oeste y a cota más alta. Tiene dos bocas modestas que a través de una corta galería estrecha y descendente conduce a una pequeña sala, con viejas formaciones y sin solución de continuidad. En total 17 m de desarrollo, con 6 m de profundidad.



Y eso es todo de momento. Continuaremos...
¡Saludos soterraños!


sábado, 18 de noviembre de 2017

Rebuscando en el baúl de los recuerdos (II): las cuevas de Noceda.

¡Aḥayádevos, cueveros!

Continuamos con el proyecto al que dábamos inicio en la anterior entrada del blog: recuperar trabajos y topografías de hace tiempo, realizados por la Sociedad de Espeleología Hades, y que por una u otra razón no vieron la luz en su momento.
En esta segunda entrada le toca el turno a tres pequeñas cavidades próximas al pueblo de Lledíes, en el concejo de Llanes, que fueron bautizadas entonces como Cuevas de Noceda, por el nombre de la zona en que se ubican: dos 'cuetos' calcáreos al sur de Lledíes, entre este pueblo y el de Turancias. Las coordenadas que constan en las topografías fueron calculadas sobre el plano, con dátum ED1950.

Estas tres pequeñas cavidades no tienen actividad hídrica en la actualidad, pero a todas luces están relacionadas con el drenaje subterráneo de Valdellera, que encauza las aguas desde la zona de Rusecu hacia Posada y el karst de La Llera. Sólo en grandes crecidas corre un río por el fondo de este peculiar valle, arroyo que tributa al Calabres a la altura del campo de fútbol de Posada, unos trescientos metros antes de que este río se suma bajo tierra junto a las cuevas de Cuetu la Mina y la Riera.
Es necesario mencionar que junto a estas cuevas se exploró otra en el propio núcleo de Lledíes, la Cueva'l Cuélebre, de mayor desarrollo e interés y que cuenta con curso activo (y con grandes depósitos de arcilla, principal recuerdo que guardo de esa cueva). No obstante la exploración de esta otra cavidad fue sólo parcial y no se topografió. Participaron en estos trabajos J.L. Díez Dizy, P. Solares y otros socios de la S.E. Hades.


CUEVA DE NOCEDA I


La entrada es estrecha, con un pequeño destrepe seguido de un tramo de galería meandriforme descendente que se bifurca, confluyendo ambos ramales de inmediato en un ensanchamiento del conducto a modo de pequeña sala. Esta salita tiene continuidad a través de un conducto de techo bajo y en ascenso, hasta otra mínima salita con colada que marca el final de la cueva.
Desarrollo: 32 m. Desnivel: -7 m.


CUEVA DE NOCEDA II


Se trata de un corto tramo de galería baja y en descenso, poco más que una gatera, adornado con formaciones viejas y descalcificadas.
Desarrollo: 7 m. Desnivel: -2 m.


CUEVA DE NOCEDA III


La mayor (es un decir) y más interesante de estas tres cuevas. La boca se orienta a levante y tiene dimensiones medias. Da paso a una galería descendente. De frente termina en un par de estrecheces impenetrables, pero poco antes de este punto arranca por la izquierda otro conducto meandriforme en subida que, tras superar un resalte ascendente, se convierte en una estrechísima gatera. Tras la gatera comunicamos con otra galería perpendicular, también de sección más o menos meandriforme. Por la izquierda y en ascenso cierra a los pocos metros; por la derecha tenemos un ensanchamiento del conducto a modo de pequeña sala, otro tramo meandriforme en descenso muy corto, y una última sala de menores dimensiones que la anterior.
Desarrollo: 51 m. Desnivel: 6 m.


Y eso es todo por el momento. Pronto, más.

¡Saludos soterraños!

martes, 14 de noviembre de 2017

Rebuscando en el baúl de los recuerdos (I): la Cueva'l Picu'l Castiellu.

¡Aḥayádevos, cueveros!

El boletín de espeleología "Filtraciones", editado en Oviedo por la Sociedad de Espeleología Hades, fue una de las publicaciones periódicas asturianas sobre espeleo con más larga vida (junto al "Boletín Cavernícola" publicado en Xixón por L'Esperteyu Cavernícola Espeleo-Club). Del "Filtraciones" se editaron 35 números, desde el año 1986 al 2001, y en sus páginas publicaron sus exploraciones no sólo el club que lo editaba, sino también otros muchos clubes, tanto de Asturias como de fuera de sus fronteras.

 
 Portadas del primer y último número del FILTRACIONES

Quien suscribe, que lleva en el Escar desde su fundación, militó previamente en la S.E. Hades, y fue coordinador de los trabajos de topografía y catalogación de este club en dos de las zonas que explorábamos por aquel entonces en Llanes: la del Valle de Miyares (Andrín, San Roque l'Acebal y río Purón) en la plataforma litoral, y la del Traviesu, en la Sierra del Cuera. Es por ello que publiqué en numerosas ocasiones en las páginas del "Filtraciones", a cuya redacción estuve muy vinculado en los últimos años del boletín.
Sea como fuere, la historia del "Filtraciones" concluyó con el nº 35. Pero no es menos cierto que estaba en preparación un nº 36 que nunca vio la luz, y para el que ya estaban listos algunos artículos y más de una topo, que finalmente permanecerían inéditos, en su mayor parte hasta el día de hoy. Entre las topos concluidas que se iban a publicar en ese número que nunca salió estaban, al menos, las siguientes:

  • Cueva la Collubina (San Roque, Llanes), 
  • Cueva'l Picu'l Castiellu (Soberrón, Llanes), y 
  • Cuevas de la Noceda I, II y III (Lledías, Llanes). 

Además estaba previsto publicar un avance de la topo de la Cueva'l Traviesu (Sierra del Cuera, Llanes) que en aquel entonces había superado el kilómetro. Y por otro lado, estábamos a punto de terminar la topo de la Cueva A-59 (Andrín, Llanes) que también se preveía publicar en el "Filtraciones".
Finalmente ninguno de estos trabajos vio la luz pública, aún cuando parte de los artículos estaban redactados, y sólo la topo de la Cueva la Raíz (o del Traviesu) sería publicada mucho después, dentro de la memoria de la campaña "Traviesu 2012" del CADE. Las demás siguen inéditas, una situación que pretendemos revertir con esta y sucesivas entradas en este blog.
No conservo los artículos originales [el de La Noceda estaba escrito por J.L. Díez Dizy, el de Collubina por J.A. Pérez, T. Del Campo y P. Solares, y el del Picu Castiellu por P. Solares], pero sí las topografías (que he digitalizado) y buena memoria de cada una de estas cavidades, por lo que me he decidido a escribir este entrada para el blog con la intención de que no se pierdan para el acervo común de la espeleo asturiana aquellos trabajos de exploración de hace casi veinte años atrás.

Comenzamos con una de las de menor desarrollo...

CUEVA'L PICU'L CASTIELLU (SOBERRÓN, LLANES)


Esta cavidad se sitúa en la ladera occidental del Picu'l Castiellu (en las proximadades de los pueblos de Soberrón y La Galguera, en Llanes), a media ladera y con un acceso relativamente complicado. Nosotros la conocíamos como la Cueva la Mora, una cavidad sobre la que hay abundante bibliografía en referencia a leyendas tradicionales y mitología asturiana. Sin embargo, años después he descubierto que la Cueva la Mora se sitúa en la vertiente contraria de este pico y a cota más baja, por lo que aquí la presento con este nombre de Cueva'l Picu'l Castiellu, que en todo caso no es el tradicional. Su boca es visible desde lejos; en la propia ladera no es tan evidente.

Desde hacía casi una década la S.E. Hades venía explorando dentro del valle de Miyares, en Andrín y San Roque (con importantes resultados: Sistema'l Toral-Peyunarices, Cueva la Sonrasa, Cuevas del Soḥornu I y II, etc), y tras la publicación de los trabajos espeleológicos de Jesús Alonso Peña para las obras de la autovía del Cantábrico en la zona de Soberrón y La Galguera, los exploradores de Andrín volvimos la vista hacia la cabecera del karst y del valle de Miyares, presidida por la mole del Picu'l Castiellu.
No obstante, nuestras pesquisas en el Castiellu no obtuvieron grandes resultados, y esta fue la única cavidad topografiada en la zona. Se exploró también otra cueva menor en la vertiente norte, de poco interés.


La cueva en sí tiene una boca de medianas dimensiones que da acceso de inmediato a una sala amplia en descenso, con grandes y viejas formaciones estalagmíticas. Nos llamó la atención una gran excavación realizada en el suelo de la cueva, casi a la entrada. Era realmente antigua, y más que de catas arqueológicas ilegales, parecía tratarse de la obra de "ayalgueros" y buscadores de tesoros. Al parecer no fuimos los únicos en pensar que esta era la afamada Cueva la Mora, cavidad que como es sabido guarda un fabuloso tesoro. No sé si encontrarían tesoro o no, pero curraron de lo lindo cavando... Al fondo de la sala, tras ascender detrás de grandes columnas, se encuentra un pozo de 10 m que conduce a un piso inferior de escasa continuidad, que da fin a la cavidad. El desarrollo de la cueva es de 74 m, con una profundidad de 18 m.

Continuaremos... ¡Saludos soterraños!