martes, 1 de diciembre de 2020

Exploración en tiempos de Pandemia (I)

Textos: Pablo Solares Villar y Carla Gutiérrez Meré.

Fotos: Pablo Solares Villar y Gonzalo Sánchez Herrero.


¡Aḥayádevos, cuever@s!


Este 2020 está siendo un año difícil, y pasará a los anales de la Historia por la pandemia de la Covid-19. Más allá de las personas afectadas y fallecidas, la enfermedad ha trastocado la vida a lo largo y ancho de todo el planeta, huelga decirlo, y cómo no, también ha afectado al desarrollo de las exploraciones espeleológicas.


No hemos publicado nada en el blog desde pocos días antes del confinamiento domiciliario decretado en marzo, y en aquel post simplemente denunciamos el robo de material sufrido en el Sistema Pradón-Ḥonfría-Arite. En realidad, la última exploración de la que se dio noticia en el blog fue precisamente la unión de la Cueva l'Arite al sistema, allá por finales de febrero.


Y aunque este año no se han desarrollado las actividades al ritmo habitual, por los motivos obvios comentados más arriba, lo cierto es que sí se ha seguido explorando. Así que en este, y posteriores artículos, iremos desgranando la crónica de las salidas realizadas.


En esta primera entrega comentaremos las actividades realizadas en la zona de La Llera antes del confinamiento decretado el 14 de marzo. 


29 de febrero:

Este sábado nos juntamos un numeroso grupo con la idea inicial de estrenar —y topografiar— la nueva conexión Arite-Ḥonfría alcanzada una semana antes por Capitán y Pablo [ver aquí, en una entrada anterior del blog] y de paso abordar un par de escaladas pendientes. De la S.E.B. Escar estábamos: Nidia y Julio (reincorporándose a la actividad tras la reciente maternidad/paternidad), Gonzalo, Capitán, Ernesto Antelo y Pablo. Se juntaron a nosotros compañeros burgaleses (y cántabro) de los grupos G.E. Niphargus y E.S. Proteus: África, Iván, Nano y Álvaro. Con este último hacía muchos años que quien esto escribe (Pablo) no coincidía, y fue un prestoso reencuentro.

Pues para la Cueva de Ḥonfría que fuimos toda la tropa. Primeramente recorrimos las galerías principales de Ḥonfría hasta la Galería de la Incontinencia, donde teníamos pendiente una escalada. Subimos a través del Escarelinto a una ventana, y allí Iván instala un pasamanos en travesía hasta la ventana pendiente en el lado contrario de la galería. Al final no dio nada. Así que tras desequipar atravesamos las sucesivas estrecheces hasta cruzar el Paso Generacional, y nos dirigimos a la escalada que habían iniciado Afri y Cris el año anterior (y donde ya nos habían robado un pingo de cuerda que habíamos dejado en aquella ocasión, presagio, acaso, de lo que vendría después) en la parte final de la Galería del Río. Aunque el día era en plan relax pretendíamos completar también aquella trepada, la Escalada de l@s Burgales@s. Se lo curraron los de Burgos, claro, mientras Julio se peleaba con la desobstrucción de una gatera próxima. El nivel superior que se intuía tras la escalada no dio gran cosa: una pequeña sala colgada con algún ramalillo. África y Pablo topografían y se desinstala. Después turisteo por las galerías principales y rapidito para afuera. 

Estrenamos a lo grande, eso sí, la conexión con la Cueva l'Arite, peleándonos con las muy numerosas y sucesivas estrecheces (Pasu los Penitentes, Pasu Pataricu, Pasu los Insistentes, etc). África y Pablo topografían lo que faltaba del Pasu los Insistentes, conectando al fin la poligonal de ambas cuevas. El sistema se pone en casi 5,5 km.

Jornada agradable de numerosos reencuentros. Los de Burgos y Cantabria, junto con Carla y Capitán, barajaban ir al día siguiente hasta la Cueva de la Mina la Verde, en nuestra zona de Llabres, pero una mejoría del tiempo les animó a subir finalmente a la zona del Niphargus en el Cuera.


En la Galería de la Incontinencia.

Otra foto de grupo, en la Galería del Río.

Álvaro completando la Escalada de l@s Burgales@s.


6 de marzo:

Salida corta este viernes por la tarde a cargo de Pablo y Carla, que viene de Xixón después de currar. Tras prepararlo todo, nos dirigimos a la punta de nuestra topo en la Galería del Río, entrando por la Cueva de Ḥonfría, con la idea de retopografiar pasajes que ya figuraban en la antigua topo del Pradón y revisar el sector que da paso a la zona de las Paralelas: un pequeño laberinto de diaclasas y conductos meandriformes. Para nuestra sorpresa en la topografía no aparecía una pequeña estrechez que parecía que continuaba. Intentamos pasar, pero algún que otro obstáculo nos impedía acceder. Tiramos unos puntos y decidimos volver otro día mejor preparados para la ocasión y, de paso, escalar y topografiar unas chimeneas próximas a la Galería del Río y al pasaje descubierto ese día. Tras unas horas de actividad, ya de noche y cansadxs, salimos con unos metros de topo, contentxs por el descubrimiento del nuevo pasaje y esperanzados ya que, como intuíamos, comenzamos a encontrar incógnitas que nuestros predecesores no plasmaron en sus topografías. 


Carla en el tramo de la Galería del Río previo a Las Paralelas.


8 de marzo:

[ Domingo; manifestaciones feministas en las ciudades; el país alarmado por la expansión de la Covid-19, rumores de confinamientos... ]

Este día nos dirigimos al sistema Capitán, Carla y Pablo, con dos objetivos distintos en la Galería del Río; los que nos habíamos fijado en la anterior salida. Por un lado tratar de forzar una estrechez que parecía tener continuidad. Por otro lado abordar la escalada de unas chimeneas al inicio del sector de las Paralelas. Íbamos por tanto cargados de material, tanto personal como colectivo, circunstancia poco habitual en esta cueva, y entramos por Ḥonfría.

Llegamos a la base de las chimeneas que pretendíamos escalar y decidimos dejar allí de momento todo el material de vertical (equipos personales, taladro y equipo de instalación, anclajes, mosquetones, cuerdas...) y abordar primero la estrechez. Nos llevamos las sacas con la comida, agua, botiquines, otro taladro, maza, cinceles y lo de topo. 

Estuvimos peleando con la estrechez un tiempo, principalmente Capi. Una vez superada nos dio acceso a un largo tramo virgen de gateras, que al trecho se bifurca: un nivel superior algo más amplio que cierra al poco, y un nivel inferior, mitad gatera mitad meandrito, parcialmente inundado, que culmina ante unas estrecheces que habrá que pelear... Salimos topografiando, agobiados ya de tanta estrechez, bautizando el tramo como Pasaje Feminismo, dada la fecha. Llegando a la Galería del Río, y sin alcanzar el lugar donde dejamos el material, decidimos comer antes de abordar las escaladas.

Una vez calmada el hambre nos dirigimos al lugar. La sorpresa es que nuestro material ya no estaba allí. Llegamos a dudar de encontrarnos en el sitio correcto. Pero sí, lo era. 

¡Nos habían robado!

Ya lo contamos en la entrada anterior del blog [ver aquí], y en nuestras redes sociales. El robo no ha sido poca cosa. El precio de lo sustraído alcanza los 3000 €. No es broma.

Medio en shock salimos lo más rápido posible por lo más amplio, a ver si alcanzamos a los cacos. No fue así. Revisamos las sucesivas bocas, por si salían por otro lado. Hablamos con vecinos y conocidos de la zona, a ver si alguien había visto algo. Nada.

En fin, la alegría de los nuevos pasajes descubiertos quedó apagada por el robo. Poco más que comentar de ese día. Cabreo monumental. Perplejos. Cuesta creerlo. Ni una foto de este día, por cierto.

Aquí la noticia del robo en la prensa, en El Comercio


10 de marzo:

Tras pasar por el cuartel de la Guardia Civil a interponer la denuncia por el robo, Pablo decide darse una vuelta por zonas de La Llera próximas a la cueva y revisar algunas de las bocas de cuevas cercanas, tal y como nos habían recomendado, por si los cacos hubiesen escondido no muy lejos el material hasta que el asunto "se enfriase". Sirvió para regresar a varias covachas que hacía tiempo que no pisábamos: LLR-08, LLR-15, LLR-37, LLR-58, etc. Se localiza además un nuevo torcu que no teníamos fichado, tapado por la maleza, cerca del depósito de agua.

Pero del material robado ni rastro.


13 de marzo:

Viernes, últimas horas antes del confinamiento por la primera ola de la pandemia...

Salida por la tarde a cargo de Pablo y Carla, que venía de currar en Gijón. Entramos tarde, pues entrevistaban a Pablo en la radio a propósito del robo en la cueva. El plan era terminar la topo del Arite, y que Carla estrenase la nueva travesía, ya que no pudo asistir en la anterior ocasión. Además pretendíamos revisar buena parte de la red, por si encontrásemos escondido por algún recoveco el material robado. 

Así pues entramos por la Cueva l'Arite. Primero se revisó y topografió una ventana pendiente en la Sala de Entrada, y un pequeño nivel superior de gateras con mucho concreccionamiento. Tras esto nos dirigimos al sector de la Sala Inmolación, donde aún restaban diversos ramales y pasajes por topografiar, todo estrecheces por el inmenso caos de bloques. Terminada por fin (¡¡por fin!!) la topo del Arite, nos arrastramos por toda la serie de estrecheces para alcanzar el otro ramal de la cueva, y después por las muchas más estrecheces de la nueva conexión (Insistentes, Pataricu, Penitentes) para cruzar a las galerías interiores de la red. Fuimos con calma, charlando de lo humano y lo divino. Comimos en La Mecedura, nuestro Cross Road, mientras comentábamos las particularidades de la circulación del aire en la red.

Ya en las galerías amplias fuimos hasta el ramal occidental del final de la Galería del Río, donde teníamos una incógnita en una gatera-chimenea. La aborda Carla con mucho cuidado ya que la chimenea en cuestión estaba formada por una serie de bloques con recovecos que ascendían y permitían el paso hasta una pequeña sala con suelo de bloques. No llegó hasta el final para no alejarse mucho, pero claramente estaba en el techo de la Galería del Río y el pasaje continuaba. Carla bajó con cuidado de no tirar ninguna piedra y decidimos dejar la topografía y exploración para otro día. Bautizamos lo descubierto como Pasaje del Yoga.

Más tarde revisamos buena parte de la cueva por si encontramos el material robado escondido por algún lado. Fuimos despacio, revisándolo todo. Pablo fue comentando todas las incógnitas que no estaban reflejadas en la topo y comenzamos a pensar en la posibilidad de retopografíar la parte del Padrón, ya que llegamos a la conclusión de que encontraríamos pasajes nuevos de la cueva. Finalmente salimos otra vez por Ḥonfría a medianoche después de una muy intensa jornada de espeleo. Un día más, no tiramos ni una foto con la que ilustrar esta crónica.

Con los trabajos de esta jornada nuestra revisión topográfica alcanza los 3 km, y calculamos que el desarrollo completo del sistema llega a los 5655 m. Curiosamente en este último día de topo en el Arite hemos alcanzado tanto el punto más alto, como el más bajo, de la cueva.

Después de haber estado peleando por la unión del Arite a la red en numerosas jornadas previas, Carla sale satisfecha y emocionada de conocer dónde fue la conexión que lograron sus compañeros en febrero. Por su parte, Pablo, tras haber realizado la travesía del Arite en ambos sentidos, promete no repetir la experiencia de recorrer las múltiples estrecheces.





(Continuará...)


¡Saludos soterraños!