Como se había anunciado, el domingo 11 de enero el Escar volvió a la Cueva'l Mazu, concretamente el equipo formado por Río, Javi Gil, María, Nacho y el que suscribe. El objetivo era explorar una rampa ascendente de barro con continuidad que Nacho había agüeyáu en la anterior salida, y que Paco (del G.E. Polifemo) nos había comentado el sábado que conectaba con una galería amplia. Primeramente se fraccionó como dios manda el pozo de acceso al nivel inferior, y ya que era mi primera visita al Mazu, los demás me mostraron lo principal de lo previamente explorado. Después intentamos remontar el afluente del cauce rojo que comentaba Nacho en un post anterior, pero acabamos en unas chimeneas de barro que se desmoronaban, resbalaban y dificultaban bastante la progresión. Así que volvimos a la rampa de barro que constituía el objetivo inicial de la salida. La ascensión no fue tan difícil como nos temíamos, conectando al poco con una sala amplia con varias posibilidades de continuación, la más evidente y cómoda de las cuales es una galería (la que nos comentó Paco) que progresa en horizontal y prácticamente con el mismo rumbo durante 600 o 700 m., con algún ensanchamiento puntual en forma de sala y algún ramal lateral. Esta galería, la de mayor desarrollo de cuantas hemos explorado en el Mazu hasta el momento, parece conformar una red intermedia entre las galerías fósiles de entrada y el nivel activo del río y sus afluentes. La exploración se detuvo ante una estrechez, aún con posibilidades de progresión. Ya al regreso se miró algún pozo que parece conectar con el nivel inferior activo, y un par de meandros barrosos y cochambrosos que en principio tiran.
Y equí les semeyes:
El grupo al completo, con la alegría de haber encontrado por fin algo potente pintada en el rostro. La gran cantidad de arcilla que se ve en la foto es la tónica general de la cueva.
Río y María en las galerías fósiles del nivel superior, bastante afectadas por procesos clásticos y con abundante concreccionamiento. Del barro de los monos se deduce que la foto está tomada al regreso.
Río sobre un gran acúmulo de cantos cuarcíticos. Aunque el sedimento más abundante en la cueva es la arcilla, en la galería intermedia explorada en esta ocasión nos hemos topado con bancos de arena cuarcítica y con grandes cúmulos de cantos de cuarcita, algunos de gran tamaño (35-40 cm.), lo que nos habla de la importancia del caudal que formó la cueva. Si además tenemos en cuenta que los estratos de cuarcita más cercanos se sitúan a varios kilómetros de distancia, en el entorno del Altu la Tornería, el dato cobra especial relevancia. También nos hemos encontrado con testigos cementados de conglomerados de cantos cuarcíticos en paredes e incluso techos, lo que unido a la relativa frecuencia de pendants bien desarrollados nos habla a las claras de una total colmatación de los conductos y de una posterior denudación de los sedimentos que los rellenaban. Sin duda la historia geológica de este karst ha debido ser bastante compleja...
Curiosas y minúsculas huellas de garras (suponemos que de esperteyu) en las arcillas que recubren las paredes. Hay literalmente miles de estas pequeñas huellas de garras en la galería intermedia, aunque en todo este sector sólo hemos visto un murciélago. Los rastros de guano son abundantes también por toda la cavidad, aunque dispersos y sin formar grandes acúmulos.
Cortina de formaciones en la galería del nivel intermedio.
Pequeño afluente con el cauce teñido de rojo, posiblemente debido a algún óxido de hierro. Lo del color rojo ya lo mencionó Nacho en un post anterior, pero la foto habla por sí sola y más elocuentemente.
El río principal poco antes del primer sifón aguas abajo. En este ocasión llevaba bastante más caudal que el Ríu la Bola que discurre en el exterior muy cercano a la boca de la cueva.
Y por último mencionar que tuvimos una charla con un lugareño mientras nos cambiábamos, de la que obtuvimos bastante información toponímica, y en la que nos comentó la existencia de otra cueva cercana, la Cueva la Requexada, que según dicen en Porrúa es mucho mayor que la del Mazu. Habrá que ir a visitarla, aunque esta ya cae fuera de nuestra zona de trabajo. Saludos a todos. Vémonos el sábado.
1 comentario:
Hola amigos:
Desde que conocí la existencia de vuestro Club, hace unos días, soy asiduo seguidor del blog. Me presento. Soy Paco, del Grupo Espeleológico Polifemo de Oviedo y quiero contaros con nostalgia algo: Exploré esta cueva hace 32 años, guardando un grato recuerdo de ella. ¡Ojalá encontréis muchos metros de galerías inexploradas y tengáis las mismas sensaciones que yo tuve! Espero poder disfrutarlo y celebrarlo con vosotros. Un saludo.
Publicar un comentario