lunes, 17 de febrero de 2020

Pali que pali... (o pequeña intrahistoria de una exploración)

¡Aḥayádevos, cueveros!

A veces uno se asombra al hablar con gente que también discurre por este mundo de las cuevas, y que parece creer que las topografías crecen solas en los libros, las páginas web y otras publicaciones. Que todo está ya publicado, y que la labor espeleológica se limita a transitar por esas cuevas ya exploradas y conocidas.
No lo critico si es una decisión propia, cada uno entiende su relación con las cuevas como le da la gana, faltaría más. Pero de verdad: las topografías no crecen solas en los libros y las webs. Y me causa un pequeño resquemor -más que realmente molestar- cuando a veces noto la frivolidad (cuando no abierto menosprecio, tratándosenos de snobs) con la que algunos tratan la labor de exploración, aun siendo usuarios asiduos de la información (topografías, reseñas) que los exploradores generamos y divulgamos. El mismo resquemor que cuando otros, desvirtuando el concepto, se otorgan la medallita de explorador de forma fatua y gratuita tras haber realizado cuatro travesías famosas.

Que si nos dedicamos a esto de explorar es porque nos da la gana, claro está. Lo mismo podríamos dedicarnos a otra cosa, el ajedrez pongo por caso; no somos unos máquinas, ni unos geos, ni en modo alguno estamos endiosados. Pero está igual de claro que si compartimos con cualquiera, de modo gratuito, las topografías y la información que generamos con nuestras exploraciones, es porque nos da la gana y que del mismo modo en que lo hacemos, podríamos dejar de hacerlo e ir restringiendo el círculo, por decirlo de algún modo, por el que rula la información.

Puede que sea un purista (sigo sin tragar con eso de la competición TPV), o que me esté volviendo un cascarrabias; poco importa, la verdad. Pero al hilo de estas reflexiones me he decidido a redactar esta entrada, que hacía tiempo que tenía ganas de publicar, realizando un breve resumen de las exploraciones de nuestro club en la Cueva'l Mazu, como ejemplo de esa pequeña (y a un tiempo larga) intrahistoria que entraña la exploración de una cavidad de cierta complejidad, esa pequeña historia de esfuerzos colectivos de un club modesto.

Que a un tiempo creo que puede demostrar gráficamente, de modo casi elegante, que las topografías no crecen solas en los libros, las webs, ni los árboles.

Pali que pali... así se explora (y topografía) una cueva.

2008
El 6 de diciembre de ese año se realiza una primera salida de miembros del club a la Cueva'l Mazu. Le habían hablado de la cueva a Río y a Javi Gil en Porrúa, donde residían, y en aquella primera toma de contacto participó también Nacho. Poco después, el día 23, regresan a la cueva (Río, Nacho y Víctor), constatando la entidad de la misma, la existencia de galerías a varios niveles y la presencia de un río principal y algún pequeño afluente. Comprobaríamos también por las mismas fechas que la cueva está dentro de nuestra zona de trabajo; bien es cierto que justo en el límite.

2009
En el mes de enero, con la emoción de haber descubierto algo grande, realizamos cinco salidas sucesivas a la cueva, dando inicio a las labores de topografía: en tres jornadas de topo se alcanzan 727 m de desarrollo con -44 m de desnivel. Lo topografíado abarca el eje principal desde la boca hasta el extremo de la Galería Polifemo, a través de la Galería Fósil, la Gran Rampa de Barro, la Sala la Charca y la Sala Colorado.

Enero de 2009. Javi Gil, Río, María, Nacho, y el autor en la Sala Pista de Hielo, tras llevar hasta la misma la topografía y completar el primer eje principal de la cueva. Algunos aún llevamos luz de acetileno, y la topo se levantó con cinta métrica.

Se explora además la Galería del Ríu aguas abajo hasta el Caos Gochinonte, sectores del Arroyo Rojo y de la Red Fósil, y parte de la Galería del Ríu aguas arriba, hasta la zona de los primeros sifones de L'Enanche. Por otro lado comenzamos con la pelea de continuas desobstrucciones en el Lamina d'Or.


En el mes de febrero se dedicaron otras cinco jornadas a continuar con las labores de exploración y topografía; levantamos también el vivac en la Sala de la Galleta, estrenado el fin de semana de los días 13 y 14. La topografía alcanza los 1196 m de desarrollo, aumentando el desnivel hasta los -53 m; los nuevos sectores topografiados abarcan parte de la Red Fósil y de la Galería del Ríu (tanto aguas abajo, hasta el Caos Gochinonte, como aguas arriba, hasta poco antes de los sifones de L'Enanche), así como ramales de la Sala la Charca y la Galería Polifemo. Además se explora uno de los pozos de la Sala Colorado, y se continúa con las desobstrucciones del Lamina d'Or.

Febrero de 2009. Pablo Ares, Avelino, Nacho, María, Lolo, Chacho (y servidor tirando la foto) preparándonos para entrar a la cueva.

En el mes de marzo los trabajos continuaron con un mini campamento interior en el vivac de la Sala la Galleta los días 13, 14 y 15; colaboraron el sábado miembros del G.E. Diañu Burlón (Las Vegas, Corvera, Asturies) y el G.E. Polifemo (Oviedo, Asturies). Se explora y topografía en diversas zonas, destacando la superación de la bóveda sifonante de L'Enanche, por parte de Nacho y de quien esto escribe, y la consiguiente exploración de la hoy llamada Galería del Afluente del Duck (que en aquel momento creímos el río principal de la cueva, y por tanto el final aguas arriba de la Galería del Ríu), primera galería completamente virgen de cierta entidad explorada por nosotros. A la topografía se añaden también el Lamina d'Or, donde damos por concluidas las desobstrucciones, y la parte inferior del Arroyo Rojo; el desarrollo alcanza 1398 m.

Tras estos trabajos, con 1'4 km de topo, y una estimación de 1'9 km explorados, parece que la cueva ya ha agotado sus posibilidades, y aunque queda mucho pendiente de topografiar, parece que la mayor parte está explorada, considerando (erróneamente) que habíamos puesto término al recorrido del río tanto aguas abajo como aguas arriba. Además lo que nos queda son zonas de mucho barro: Red Intermedia, Arroyo Rojo y una serie de conductos que intuimos se desarrollan por encima de la Galería del Ríu, lo que va mermando la moral de los exploradores, que deciden aparcar la cueva por el momento. Así las cosas, en agosto se realiza una única salida para recuperar el material que permanecía en el vivac y desequipar completamente la cueva, dejando tan sólo el vivac en sí.


A lo largo de 2009 participaron en las exploraciones: María, Nacho, Javi Gil, Río, Lolo, Irene, Chacho, Pablo Ares, Javi Cero, Avelino, Ernesto, Santi y José (del Diañu Burlón), Paco Cabal y Paco Delgado (del Polifemo), y yo mismo.

2010
En 2010 se realizan sólo cinco salidas a la cueva (una en febrero, otra en marzo, y tres en junio), con mucha menor participación de espeleólogos (Beatriz, Carla -del G.E. Niphargus de Burgos-, y quien esto escribe, que realizó algunas visitas en solitario). Se topografían la mayor parte de los ramales de la Red Fósil, así como la parte superior del Arroyo Rojo con lo que el desarrollo alcanza 1944 m, sin variar el desnivel.

2011
Al igual que el año precedente, este fue de escasa actividad: tan sólo cuatro salidas a la cueva (una en enero y tres en abril, de ellos dos días consecutivos con pernocta en el vivac), y con poca participación (María, Nacho, Lolo, Saúl, Capitán, Beatriz, Carla y Álvaro -del G.E. Niphargus de Burgos-, y yo mismo).

Enero de 2011. Álvaro instalando uno de los pozos de la Sala Colorado.

Se topografían los pozos de la Sala Colorado y la mayor parte de lo que quedaba en el Arroyo Rojo conectando los tramos superior e inferior, así como algún otro sector de la Red Intermedia y un ramal pendiente de la Galería Polifemo; el desarrollo alcanza 2158 m, y ahora sí que damos la cavidad por casi finiquitada.


2013
No volveríamos a la cueva hasta más de dos años y medio después, el 11 de noviembre de 2013, jornada en que un servidor, junto a Victoria y Julio que no conocían la cueva, realizamos una visita a la cavidad y descubrimos un paso, L'Enanche, que supera la zona de sifones y nos deposita en la Galería del Ríu aguas arriba de este tramo; exploraríamos hasta más allá de la Sala la Cascada, un largo trecho completamente virgen. Se pone de manifiesto que el Afluente del Duck es eso, un afluente, y que aún queda mucha cueva por explorar, lo que renovaría el interés por el Mazu dentro del club.

En otras tres salidas consecutivas a lo largo de noviembre se suceden los descubrimientos: se explora la Galería del Ríu hasta su final aguas arriba, y desde el nivel superior de la Sala la Cascada se descubre un nuevo sector a través de la Rampa la Polla, la Sala'l Ḥou y finalmente la Sala Castrón. Por otro lado se escala desde el río la Rampla los Escalones y se alcanza un nivel superior, la Galería Pisada, donde como el nombre indica encontramos algunas huellas; esto supuso entonces un misterio para nosotros, ya que no sabíamos desde dónde habían accedido a esta galería -cortada por pozos en ambos extremos- y tampoco teníamos claro a quién pertenecían las huellas, si a antiguas exploraciones previas, o a los trabajos de nuestro club en 2009.

Noviembre de 2013. La Sala'l Ḥou y el acceso a la Sala Castrón el día de su descubrimiento.

Para finales de ese mes de noviembre la topografía alcanza 2626 m de desarrollo, abarcando los ejes principales de los nuevos sectores descubiertos, y se multiplican las incógnitas. Como sucedió en 2009, los nuevos descubrimientos vuelcan la actividad del club hacia esta cueva.


En diciembre se realizarían otras dos salidas. Se exploran y topografían ramales de la Sala Castrón, la Galería del Ríu, y la Galería Pisada; desde esta última se descubre el sector de la Sala Escondida, y se equipan los pozos-rampa de su extremo oriental que comunican de nuevo con el río a la altura del Primer By-pass, cerrando una gran poligonal. Además se revisó la topo del tramo inicial de la Galería del Ríu aguas arriba, que nos generaba alguna duda. A finales de año la topo sumaba 2800 m de desarrollo.

Diciembre de 2013. El autor en los pozos-rampa al final de la Galería Pisada, en una de tantas jornadas de topografía.

Participaron en las exploraciones de 2013: Victoria, Julio, Laura, Saúl, Río, y yo mismo.

2014
Este fue uno de los años en que más actividad desarrollamos en el Mazu.
En el mes de enero se realizaron seis salidas a la cueva, centradas principalmente en el sector de la Galería Pisada y la Sala Escondida. En la Galería Pisada se exploran los diversos ramales, pozos y escaladas; destaca la conexión con la Red Intermedia a la altura de la Gran Rampa de Barro, y una nueva conexión con la Galería del Ríu más allá de las ya conocidas.

Enero de 2014. Victoria y Río (y al fondo Carlos) en los pasamanos de la Galería Pisada tras completar la infructuosa Escalada de la Colada.

En el área de la Sala Escondida se descubre el Pasu la Nocilla que, tras desobstrucción, sólo Victoria lograría superar. A final de mes damos todo este sector por topografiado, además de sumar algún pequeño ramal en la Red Fósil y la Galería del Ríu, llegando el desarrollo de la cueva a 3056 m, lo que la sitúa dentro del Catálogo de Grandes Cavidades de España.


En el mes de febrero se realizarían otras tres visitas al Mazu, en este caso centradas en la Red Fósil y la Red Intermedia, donde damos por finiquitados los trabajos de exploración y topografía. También se revisa la topo de Galería del Ríu aguas abajo, y la parte final del Arroyo Rojo, poligonal de la que teníamos alguna duda. Al final de mes el desarrollo alcanza 3193 m.

En marzo realizamos otras cuatro salidas a la cueva. Se revisa el tramo de topo de la Galería del Ríu por encima del Primer By-pass donde se exploran una serie de rampas ascendentes que forman un sector laberíntico por encima de la Galería del Ríu, zona que a la postre se designaría como Sector Chimeneína; varios otros pozos descubiertos en esos días comunican este sector con la Galería del Ríu.

Marzo de 2014. Victoria, Gonzalo, y el autor, tras una embarrada jornada en el Mazu.

Se topografía también el acceso superior de la boca de la cueva, por entre los bloques, que aumenta el desnivel de la cueva hasta los -55 m; el desarrollo alcanza 3470 m.


Sin embargo, a pesar de que se suceden los descubrimientos, el interés por la cavidad decae dentro del club, y somos pocos los espeleólogos que en este último mes seguimos embarcados en las labores de exploración y topografía.

En abril se realizaría una nueva salida, y otras más en junio, con la finalidad de desequipar todo lo posible en la cueva y sacar el material para otras exploraciones que teníamos en curso. Se desinstala todo el sector de la Galería Pisada y la Sala Escondida, donde ya habíamos concluido los trabajos, así como la Red Intermedia y el Arroyo Rojo, y el pozo de acceso desde la Red Fósil. El desarrollo topografiado alcanza 3495 m.

En las exploraciones del 2014 participaron Victoria, Gonzalo, Julio, Río, y Carlos, además de quien escribe.

2016
Como ya sucediera anteriormente, transcurrieron otros dos años y medio antes de que regresáramos por el Mazu, a comienzos de diciembre de 2016. El planteamiento era revisar lo instalado en el Sector Chimeneína y equipar hasta la Sala Castrón para abordar en jornadas sucesivas las puntas más alejadas de la cueva. Al final no llegamos hasta la Sala Castrón, ya que nuevos descubrimientos nos empantanaron en zonas previas. Por un lado en el Sector Chimeneína se fue completando el trabajo en la parte baja, con varios pozos que caen sobre la Galería del Ríu, pero una escalada en la zona superior nos dio acceso a una nueva galería meandriforme más alta, el Patatal Total. Por otro lado desde L'Enanche se descubrió un nuevo sector, que dio acceso a la Sala Broken Caveman (que a su vez resultó comunicar con el Afluente del Duck) y al Meandro Liando. En ambos sectores dejamos numerosas incógnitas, aunque se topografió parte de lo explorado.
En este 2016 participamos en las exploraciones Victoria, Lara, Íñigo, Gonzalo y yo mismo.

2017
Los recientes descubrimientos animan de nuevo, aunque brevemente, la exploración en el 2017, realizando otras dos salidas en enero y una más en febrero. En la primera de estas salidas se topografía lo principal del sector de la Sala Broken Caveman y el Meandro Liando y se desinstala todo este sector, aun a pesar de dejar más de una incógnita atrás. Este material, y más, se empleó en las otras dos salidas, donde se explora el ramal oriental de la Vía Patatal Total hasta enlazar con otro conducto más amplio; en éste un pozo, L'Embudu, comunica con un nuevo sector laberíntico con conexiones con la Galería del Ríu (a través de pozos), con la zona de L'Enanche y la Sala Broken Caveman, y con una nueva y modesta sala, Sala del Gritu.

Febrero de 2017. Victoria en labores de topografía en el sector de la Chimeneína.

En todo este sector quedaron numerosas incógnitas, habiendo explorado y topografiado únicamente los ejes principales. El desarrollo de la cueva alcanza los 3757 m.


En abril se realiza una nueva visita en la que se revisa el Caos Gochinonte y se inicia una escalada sobre él, y otra salida más en junio para desinstalar el pozo de acceso a las galería inferiores y revisar algún punto de la Red Fósil.
Participamos en las exploraciones de este año Victoria, Lara, Zaida, Río, Gonzalo, Julio, Nidia, y yo mismo.

2019
De nuevo habrían de pasar dos años y medio antes de regresar al Mazu; parece que la cosa se ha vuelto cíclica, aunque los periodos de entusiasmo exploratorio cada vez son más breves.
En diciembre de este año se realizarían dos nuevas visitas, con colaboración de miembros del G.E. Diañu Burlón en la primera de ellas, en la cual se abordó la escalada pendiente en el extremo occidental del Patatal Total, que ofreció continuidad; se revisó y topografió también algún otro ramal de la zona de la Chimeneína, que se da prácticamente por concluida. En la segunda salida exploramos y topografiamos diversos ramales de la zona de L'Embudu, notablemente el de la Sala'l Gritu, que a través de resaltes y pozos acabamos comunicando con L'Enanche. Con estas exploraciones la topo del Mazu alcanza 3883 m de desarrollo.
En 2019 participamos en los trabajos: Susana y Pejota (G.E. Diañu Burlón), Carla (S.E.B. Escar/G.E. Niphargus), y quien esto escribe.


2020
En el año presente se han realizado dos salidas, en enero y febrero [relatadas con detalle en la anterior entrada de este blog, ver aquí], en las que han participado Gonzalo, Carla, Maky, y un servidor. Se han explorado y topografiado diversos conductos en el sector de L'Embudu: un ramal de meandritos que desde la Sala'l Gritu comunica con L'Enanche; una nueva sala con sus pequeños ramales, la Sala Crinoidea; y un nuevo ramal, el Meandru l'Untu, que desde L'Embudu comunicamos a través de un pozo con L'Enanche. La topo alcanza 4025 m de desarrollo, manteniendo el desnivel.


Las perspectivas futuras siguen siendo alentadoras, ya que la cueva aún presenta numerosas incógnitas pendientes de exploración. Espero que los ánimos nos duren unos meses. Sin embargo quien esto escribe, coordinador de las labores de topografía en la cavidad, tiene por seguro que la exploración seguirá con los ciclos que ha ido manifestando en esta más de un década; a las ovejas gordas sucederán las flacas; a los días de comedia, los de funeral. Cansaremos de los barrizales del Mazu, nos reclamarán otras cuevas y otras exploraciones; esta bien, la espeleo es así. Dentro de un par de años recordaremos aquella incógnita en tal galería y volveremos. No me cabe ninguna duda.

Pali que pali...

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Son muchas las personas que han participado en las exploraciones de la Cueva'l Mazu por parte de nuestro club y otros clubes colaboradores, como creo queda de manifiesto más arriba.

No, las topos no crecen solas en los libros ni en las páginas web; hay mucho curro y mucha gente detrás, mucho tiempo y dinero empleados. 

La redacción de esta entrada del blog me ha llevado a revisar todas las memorias de exploración de la zona, como es de suponer (mi memoria no da para tanto), y me dio por contabilizar el número de jornadas que un servidor ha invertido en la exploración del Mazu. Y ya puesto, he listado la participación de todos quienes hemos colaborado, en mayor o menor medida, en la labor. Obviamente he incluido sólo las visitas dedicadas a labores de exploración y topografía, excluyendo otras visitas realizadas (espeleoturisteo, cursillos); puede que alguna jornada no haya sido contabilizada, pero me extrañaría, ya que los Diarios de campaña son bastante exhaustivos. El listado, de mayor a menor participación, todos miembros de la S.E.B. Escar salvo indicación expresa, sería el siguiente:

Pablo Solares (55 jornadas), Victoria Álvarez (24), Nacho Montero (17), María Herrera (13), Gonzalo Sánchez (12), Juan Carlos Riobello Río (11), Lolo Gegunde (9), Julio Montes (5), Carla Gutiérrez [S.E.B. Escar/G.E. Niphargus] (4), Beatriz Santa Cruz (3), Lara Álvarez, Saúl Pascual, Laura Zango, Javier Gil, Ángel Muñozo Chacho (2 jornadas cada uno), Carlos Santos, Álvaro de la Fuente [G.E. Niphargus], Sergio Estrada Capitán, Irene Muñiz, Javier Andrés JaviCero, Pablo Ares, Avelino Alonso-Tejón, Ernesto Carrera, Santi Ferreras [G.E. Diañu Burlón], José Ferreras [G.E. Diañu Burlón], Paco Cabal [G.E. Polifemo], Paco Delgado [G.E. Polifemo], Víctor Sánchez, Íñigo Soto, Zaida Álvarez, Nidia Llamazares, Susana Gutiérrez [G.E. Diañu Burlón], Pedro J. Almeida Pejota [G.E. Diañu Burlón], e Israel Sánchez Maky (con una jornada cada uno).

Y aquí termino este largo post. ¡Saludos soterraños!

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